Los 19 de Güiria somos todos
Así lo sentimos, porque esos 19 venezolanos que perdieron la vida ahogados, huyendo de esta tiranía, son la representación del sufrimiento de todos los venezolanos ante la violencia, la violación de nuestros derechos y el hambre a los que somos sometidos día a día.
Condenamos la actuación del gobierno de Trinidad y Tobago frente a los venezolanos que llegan a sus costas, sorteando toda clase de peligros, en una búsqueda desesperada de lo que aquí en su país ya no encuentran, seguridad, comida, refugio…
Pero lo peor es que todo pasa ante la mirada complaciente del régimen de Maduro, que no repudia estas acciones, sino que al ver que no tiene cómo ocultar lo que pasó, porque los cuerpos llegaron a las playas de Venezuela, inventa un comunicado achacando los hechos a las bandas de delincuentes que operan en la zona.
La crueldad con la que Trinidad y Tobago trata a nuestros compatriotas debe parar. A esta tragedia la preceden (más recientemente, porque hubo otras antes) las detenciones y deportación de 16 niños, quienes pasaron de estar encarcelados a ser lanzados al mar, quedando a la deriva, para posteriormente ser localizados en un caño del Orinoco en la costa del estado Delta Amacuro.
Todos los refugiados y migrantes, independientemente de su estatus, tienen derecho a ser protegidos y que sus derechos humanos sean respetados.
Al escribir este editorial nos enteramos de otro grupo de 20 venezolanos que presuntamente también fueron echados de Trinidad y Tobago en un bote y cuyo paradero es hasta el momento desconocido.
¿Cuántos más deben morir?