En curso cuestionadas parlamentarias, con la abstención como posible protagonista
Desde las seis de la mañana de este domingo, Venezuela vive un nuevo proceso electoral, en esta oportunidad unas elecciones legislativas, rechazadas por buena parte del espectro político y ciudadano, así como dentro de la comunidad internacional, que se llevan a cabo en medio de una gravísima crisis que tiene al 80% de los venezolanos en situación de pobreza extrema, y que de acuerdo con lo estimado, tendrá a la abstención como principal protagonista.
El Consejo Nacional Electoral aseguró que la maquinaria está a punto para la realización de estos comicios, que coinciden además con la pandemia del coronavirus, que ha dejado 916 muertos y más de 103 mil casos de contagio, según las controvertidas cifras oficiales.
Panorama planteado
Poco más de 20 millones de venezolanos están llamados a escoger 277 diputados entre unos 14.400 aspirantes, luego de que el CNE escogido de manera irregular por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) oficialista, decidiera ampliar el número de curules, actualmente en 167. En toda esa gama de candidatos, no están los líderes tradicionales de las fueras democráticas de oposición, que ante la gran cantidad de irregularidades, optaron por abstenerse de participar en estos comicios por considerarlos fraudulentos y decidieron organizar la consulta popular, que se realizará entre el 7 y 12 de diciembre.
Pese a que los grandes nombres de la oposición no acudirán a las elecciones, sí lo harán algunos de sus partidos, intervenidos por el TSJ.
Tras la intervención, el Tribunal Supremo liderado por Maikel Moreno, nombró como líderes de los partidos a antiguos militantes expulsados de las organizaciones y acusados de corrupción por sus excompañeros, dejando de lado a aquellos políticos que los encabezaban hasta ese momento.
La Unión Europea (UE y la Organización de Estados Americanos (OEA) ya adelantaron que no avalarán los resultados de estos comicios, que se estima tendrán una alta abstención.
Acentuada crisis
El 96% de los venezolanos se encuentra en la pobreza, según las mismas estimaciones, que aseguran que el 80% vive en la miseria y debe soportar los problemas diarios de la crisis, como los fallos eléctricos, la escasez de combustible, agua potable y gas doméstico o la depauperación de los servicios de salud, transporte e internet.
Nuestro país, además, acumula este año una inflación de 3.045,92 % mientras que el bolívar se devalúa casi a diario frente al dólar estadounidense, la divisa con que se completan la mayoría de las operaciones comerciales en Venezuela.
Solo en noviembre, el bolívar se depreció un 50,90% frente al dólar.
Además, el salario mínimo legal, devengado por unos 10 millones de trabajadores y pensionados, se mantiene en poco más de un millón de bolívares -es decir, cerca de un dólar- mientras que una familia necesita cerca de 300 dólares para cubrir los gastos más básicos.
Previsible resultado
Quienes ganen en estos cuestionados comicios ocuparán sus escaños a partir del 5 de enero de 2021, cuando se constituya la nueva Asamblea Nacional, que disputará el reconocimiento internacional con la actual Cámara de contundente mayoría opositora y liderada por Juan Guaidó.
Los diputados que respaldan a Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por unos 50 países, han dicho que darán continuidad a sus gestiones pese a que la Constitución establece que su período acaba en cinco años, y ellos fueron investidos en enero de 2016.
El oficialismo, por su parte, desarrolló una intensa campaña política que violó las medidas sanitarias de la pandemia al incluir numerosas concentraciones multitudinarias que contaron con la participación de representantes del Ejecutivo. que buscan conformar una Asamblea Nacional a su medida, para tratar de consolidar su poder.
El presidente en disputa, Nicolás Maduro, encabezó varios actos proselitistas y planteó, en la recta final de la campaña, que dejará la Presidencia si los sectores de oposición que participan vuelven a ganar el Parlamento, un escenario prácticamente imposible debido a la configuración del proceso electoral.
