Perspectivas de la industria petrolera en Venezuela para el 2021
Una vez más, pensando en mostrar el escenario real de lo que se vive y así poder ofrecer respuestas ante las dificultades que se puedan presentar, Analítica.com unió fuerzas con la Federación de Cámaras Binacionales de Comercio e Industria del Espacio Económico Europeo (FEDEUROPA) en el seminario online Panorama económico 2021: Aproximaciones de la nueva realidad. En esta oportunidad, los economistas Francisco Monaldi, Orlando Ochoa y Efraín Velásquez, fueron los encargados de mostrar la situación actual del sector económico y petrolero del país, y de cómo la pandemia ha afectado al mercado y el posible escenario que nos espera a futuro.
La primera intervención la ofreció Francisco Monaldi, quien se centró sobre las perspectivas de la industria petrolera para 2021: mercado, producción y sanciones. Inició su charla haciendo un recuento de la magnitud del colapso de demanda petrolera que hubo como consecuencia de la pandemia, la cual aún corre el riesgo de que haya una caída en el próximo trimestre si se vuelve a requerir de cuarentena en algunos países.
Indicó que en el 2019 la demanda global del petróleo fue de 101 millones de barriles, la cual caerá en promedio a 91 millones de barriles en el año 2020 y aunque se espera una leve recuperación para el 2021, ni siquiera llegará a los niveles de hace un año, “Si lo ven trimestralmente es más dramático porque el segundo trimestre del año fue una catástrofe con una caída de más de 15 millones de barriles en las demandas”. Precisó que ahora con la llegada de una posible vacuna para el covid-19, puede haber un incremento sustancial hacia la mitad del año 2021 de la demanda petrolera, pero todavía no a los niveles que se tenía en el pasado.
Ante este panorama, ¿qué pasó con la oferta?. Monaldi explicó que con el colapso de la demanda se tuvo la suerte de una compensación parcial con un recorte sin precedentes en la historia de la OPEP y algunos de sus aliados, así como también de un recorte natural por la caída del precio del petróleo en países como los Estados Unidos.
“Sin embargo, Libia, Venezuela e Irán están fuera del acuerdo, aunque en el caso de Libia puede haber una posible recuperación de la producción y eventualmente los recortes de la OPEP van a ir reduciendo, lo que lleva a otra pregunta, la cual es si la demanda va a subir a la velocidad necesaria para que esa reducción pueda ser absorbido por el mercado”, detalló.
Sobre los precios, expresó que en el mes de abril el barril de petróleo llegó a cotizarse en nueve dólares, lo que significó un mínimo histórico y aunque se ha recuperado en el resto del año, siguen en niveles muy bajos, “no tan bajos como el de los años 90, pero si bajo a comparación de los últimos 20 años”. Sin embargo, dijo que de acuerdo a varias analistas puede haber una pequeña y lenta recuperación del precio del crudo.
Y ¿qué ha pasado en Venezuela? Para nadie es un misterio el colapso de la industria petrolera del país, la cual pasó de ser el principal productor de petróleo de América Latina, a estar por detrás de Brasil, México, Colombia, Argentina y Ecuador, ubicándose en el sexto lugar y es muy probable que, de seguir a este ritmo, Guyana supere en los próximos cinco años a Venezuela, detalló el economista.
Lamentó que en el país se ha visto como la industria baja cada vez más su producción, desde la llegada del fallecido Hugo Chávez, cuando Venezuela producía alrededor de 3.4 millones de barriles diarios, hoy en día ha tenido un colapso que esta alrededor de los 400 mil barriles diarios. Y “si llegáramos a tener una recuperación del sector petrolero nunca volveremos a los niveles que vivimos en la época de gloria”, dijo Monaldi.
Para cerrar su intervención indicó que sobre la mesa hay dos reformas legales, “la Ley anti-bloqueo y un plan que básicamente es una apertura petrolera, pero no es posible recuperar la producción petrolera sin un cambio en el marco jurídico y político de Venezuela”.
Otras fuentes de alternativas
Por su parte el economista Orlando Ochoa, expuso por qué el precio del petróleo colocará a Venezuela en una situación muy delicada, también habló un poco sobre el tema económico, político y el panorama para el 2021. Él, comenzó explicando que se está buscando reemplazar el petróleo como fuente de energía fundamental por fuentes alternativas, ya que hay preocupación por el tema del calentamiento global, “como consecuencia hay menor financiamiento y menor atractivo para las inversiones del sector hidrocarburo”.
Indicó que “aunque la demanda petrolera tenga una caída de 90 millones de barriles, en promedio este año, y vuelva a levantarse para el próximo año colocándose al menos en 97 millones de barriles, aun así, hay un desaliento por razones de ser políticamente correctos y cuidar el ambiente”.
Observando el mercado, la debilidad de dólar, la falta de inversión en el sector hidrocarburo y si la recuperación de la demanda se fortalece según como se vaya saliendo de la pandemia con las vacunas, para la segunda mitad del 2021 se podría tener un fortalecimiento grande, haciendo que los precios suban y que se vean atractivos para los inversionistas, explicó Ochoa, dejando bien claro que aun con la recuperación hay políticas en distintos países avanzados que apuntan a la disminución del consumo de petróleo.
Por otra parte, indicó que, si se asume la continuidad de la confrontación política y de las sanciones, Venezuela seguirá en deterioro, lo que simbolizaría grandes problemas fiscales, caída de la producción y caída del ingreso.
Sobre la posible recuperación del sector petrolero y económico, pidió recordar lo que se hizo bien cuando se comenzó con esta industria en el país, desde su punto de vista, considera que mirar atrás y poner en práctica nuevamente esas estrategias podrían llevar al éxito nuevamente y tener una buena economía. Para tener una visión más clara, usó como referencia el crecimiento de la economía de los años 1925 a 1970, donde la producción petrolera creció, hubo orden fiscal, estabilidad en la moneda y se tuvo una de las más bajas inflaciones en el mundo, convirtiéndonos en uno de los países más próspero en el mundo.
Debilitamiento que inició en el 2013
Para cerrar con las exposiciones, fue el turno del economista Efraín Velásquez, quien habló sobre la realidad económica de Venezuela y sus perspectivas para el 2021. Explicando que Venezuela llegó a este punto por un debilitamiento financiero que inició en el 2013, la cual surgió como consecuencia de la caída de la producción de petróleo de Pdvsa, “ocasionado básicamente por una mala gerencia y una masiva corrupción”. Ese deterioro se aceleró debido a las sanciones de Estados unidos, que comenzaron en el área financiera a finales del año 2017 y en las petroleras para el año 2018 y 2019.
Velásquez explicó que, al llegar el 2020 los resultados económicos cada vez eran más “espantosos” y estuvo afectado por el impacto del covid-19, lo que nos lleva al peor escenario económico posible, “hoy en día tenemos una economía que en esencia no puede crecer y donde la inflación es muy alta, lo que quiere decir que su impacto social son devastadores, y es lo que básicamente estamos viviendo en Venezuela”.
El especialista consideró que, el país no ha perdido su potencial de crecimiento, porque “los activos principales están allí, lo que es sorprendente es que hemos llegado aquí por una pérdida del ritmo de la actividad económica, inducida por la política económica del gobierno y esto es lo que ha generado de manera muy importante el deterioro que hemos percibido”. Como consecuencia de ello, indicó que es indispensable imprimirle dinamismo a la economía venezolana.
De no verse una solución política inmediata para el 2021, el economista cree que las posibilidades de crecimiento económico y de reducción de inflación serán muy limitadas, también resalto que, es importante tener presente que la actividad del sector público, la del gobierno va a continuar estando muy limitada debido a las sanciones. Desde su punto de vista, para el próximo año el sector privado va a tener grandes oportunidades, “este es el único con el poder de generar actividad económica de manera fundamental y al mismo tiempo puede hacerlo en un contexto mucho más estable”.
Como conclusión, Velásquez explicó que “el 2021 no va será un escenario de crecimiento económico importante, pero será un escenario volatilidad de precio y de tipo de cambio va a continuar, es decir la inflación va a seguir siendo alta y la depreciación del tipo de cambio va a continuar siendo relevante”.