¡Gesta dorada! «Morochito» Rodríguez celebra 52 años de la medalla de oro olímpica
El 26 de octubre de 1968 el nombre de Francisco “Morochito” Rodríguez se inmortalizó no solo en el Olimpo, sino también en el deporte venezolano, dado que se convirtió en el primer atleta criollo en conquistar una medalla olímpica.
El cumanés logró la gesta en la final de los -48 kilogramos, tras vencer en la Arena de México al surcoreano Joun-Jun Jee, lo que le permitió no solo levantar por todo lo alto el Tricolor Nacional, sino también que el Gloria al Bravo Pueblo se escuchara más allá de nuestras fronteras.
Hoy Venezuela recuerda con emoción ese día y hoy festeja junto al campeón olímpico el aniversario 52 de aquel inolvidable momento. Sin embargo el célebre exboxeador viajó a su Cumaná natal para celebrar con familiares y amigos un año más de ese gran logro deportivo que marcó un antes y un después en el país.
“En 72 años de historia deportiva solamente tenemos en el país tres medallas de oro olímpicas: la de Arlindo Gouveia, la de Rubén Limardo y la de Francisco Rodríguez. ‘Morochito’ continúa siendo un ícono para el país”, manifestó con orgullo el presidente del Comité Olímpico Venezolano, Eduardo Álvarez.
Para la posteridad
Luego de un par de asaltos bien reñidos, en el tercero Francisco “Morochito” Rodríguez terminó de exhibir toda su fuerza para dominar a su contrincante asiático y una vez que se escuchó la campanada que indicaba el fin de la pelea, los jueces dieron su veredicto y otorgaron la emblemática victoria al venezolano.
“Nunca voy a olvidar esa pelea, jamás. Siempre que la recuerdo lloro, me da sentimiento. Es lo más grande, el poder representar a tu país. La satisfacción más grande que me ha dado el boxeo fue la medalla de oro olímpico”, rememoró el expúgil, quien también confesó que una vez que llegó a Caracas fue recibido por su madre y le dijo “mamá por fin gané una medalla de oro olímpico y me puse a llorar”.
Esta anécdota pudo compartirla hoy con sus familiares y amigos en su ciudad natal, donde recibió la sorpresa de la entrega de su hogar totalmente remodelado y equipado.
“Para mí es un orgullo conseguir nuestra casa, para mi familia. No encuentro palabras para agradecer, estoy muy contento porque tengo mi casita. Sigan siendo como fui yo y luchen por ganar más medallas de oro para nuestro país”, fue el consejo que brindó a los noveles atletas el campeón olímpico de México 1968.
