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El inventario mitológico de Charles Brewer-Carías


Wanádi-tonóro-mótai-ñenúdu dibujos de los hombros del pájaro carpintero, avatar de Wanádi, el dios creador del mundo ye’kwána.

Los vastos territorios que se extienden al Sur del Orinoco, con sus mesetas que se remontan a los orígenes del planeta y las culturas ancestrales que habitan en sus selvas han sido por más de medio siglo objeto de estudio del explorador y científico Charles Brewer-Carías (1938), divulgador de nuestro patrimonio geográfico, botánico y etnográfico de esas regiones. Hoy nos deslumbra con un nuevo libro: Simbología de la cestería ye’kwána, portal hacia un mundo paralelo[1], se trata de un detallado inventario mitológico expresado en los tejidos ye’kwána. Las bandejas que utilizan para colocar los alimentos son tejidas por los hombres (townahónato-so’to) a través de un sistema nemotécnico de canciones ancestrales. En ellas se aprecian numerosos símbolos que representan la creación del mundo, la historia de sus orígenes y sus héroes mitológicos.

La rana Káwao, la portadora del fuego, uno de los personajes del Watunna o mitología ye’kwána.
 

Antes de resaltar la importancia etnográfica, literaria y artística de este libro editado por Juan Carlos Maldonado Art Collection, voy a tratar de resumir la motivación de su autor a quien he tenido el privilegio de acompañar en diversas expediciones en esta región. El primer encuentro de Brewer con la cultura Ye’kwána data de 1960. A los 22 años de edad, recién graduado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), se traslada a las cabeceras del río Erebato en Guayana, para realizar un estudio etno-antropológico en esta comunidad ribereña del rio Caura. El testimonio de Ramón Tomedes, actual “capitán” o cabeza responsable de ese poblado, lo describe así:  “Yo era un niño en esos años cuando conocí a Charles, sin embargo recuerdo el día en que Gervasio, en ese entonces el capitán del poblado en el que se encontraba Brewer, le espetó en su cara: “tu para nosotros eres tan desvalido como un niño” (amödö sichu kua’kö), “…no sabes hacer nada”.  Desde ese momento, Brewer se dedicó a preguntar y aprender durante años cómo vivíamos, a conocer y hablar nuestra lengua y nuestra música, de cómo se teje una Wáha o cómo se fabrica una curiara, a distinguir en la selva lo necesario para subsistir, hasta que se convirtió en un “sotto”, es decir, en un hombre, en el sentido de saber lo que una persona necesita para vivir en la selva”.[2] El significado del término “Sotto”, se encuentra en el libro Introducción a la cosmovisión de los indios ye’kwána –Makiritare, del antropólogo Daniel de Barandarian, estudio fundamental para entender dicha cultura. Allí, el autor afirma: “El más importante concepto psicológico de un Ye’kwána es ver en la “persona Sotto” la energía vital humana que le permite estar en sintonía con el mundo existente y en especial con las otras personas de su grupo. Un “sotto” se vale de sí mismo para vivir y recrearse en el mundo. El “sotto” decide por sí mismo entre el bien y el mal”. Pero lo más significativo es que un “sotto” conoce la prerrogativa fundamental del espíritu humano: la libertad o “Yaamadi”. [3]

Aparte de ser el autor del más importante compendio de etnobotánica del Amazonas, el conocimiento que Brewer-Carías posee de la lengua, del modo de vida de los ye’kwána y del medio donde habitan, le permitió comprender la riqueza espiritual de sus relatos sobre los personajes mitológicos del Watuna, la tradición oral de esta etnia que junto a los fenómenos naturales de la selva, son expresados con formas abstractas, figurativas y simbólicas en el tejido (tidi’uma) de las bandejas circulares conocidas en su lengua como wáhas. Brewer afirma que “la totalidad de los dibujos figurativos empleados a manera de estampas sagradas para adornar las bandejas o azafates en las cuales se sirve el casabe, así como los diseños abstractos y los remolinos que adornan otras wáha utilizadas como portales durante la meditación, deben su origen en una tradición artística milenaria que proviene de los grupos caribe y arawak”.

El diseño central con forma de rana que adorna esta bandeja aún no terminada, se conoce como Wanádi-hiñámo-hídi, iñekídi (la que fuera esposa de Dios, descansando).

La cultura es un conjunto de creencias, costumbres e instituciones sociales que caracterizan e individualizan a las distintas sociedades. El refinamiento de una cultura se fundamenta en sus relatos e historias construidas sobre sus bases fundacionales, en los valores morales y espirituales, así como en el arte y los rituales sociales. Es interesante lo que dice Brewer sobre el uso de las bandejas como parte del protocolo social cotidiano de los ye’kwána: “Las bandejas circulares planas o wáha que elaboran los ye’kwána, se consideran la expresión de tejido vegetal asargado más exquisito de toda la Amazonía y a lo largo de siglos han sido empleadas para presentar el casabe durante las comidas. Uso este último que fuera reportado por primera vez por el explorador Francisco Fernández de Bobadilla hace unos 250 años, quien luego de visitar el río Padamo le fuera ofrecida por estos indígenas una cena en la cual le sirvieron el casabe sobre unos azafates. Todo aquel ritual de presentación de la comida ocurrió en completo silencio y resultó idéntico al que yo presencié el 21 de mayo de 1961, cuando fui a visitar el poblado de Wasaña, en un afluente del río Erebato, a dos días de camino desde Hiuwihtíña. Un ritual curioso y excepcional con la misma etiqueta, incluidos los cinco tabacos prendidos, que reportara sir Robert Schomburgk, después de que los maiongkóng (ye’kwána) le sirvieran una cena el 11 de febrero de 1839. Un evento que tuvo lugar 75 años después del que describió Bobadilla y 122 años antes de mi experiencia. Estas bandejas ornamentadas deben su existencia a que son las empleadas a la hora de la comida como medio de transmisión de las leyendas y las moralejas resultantes del contexto mitológico que regula y mantiene cohesionada a la sociedad Ye’kwána”.

Esta es una wáha adornada con cuatro diseños especulares conocidos en el río Erebato como Boróto-kángwa-ishakídi o «la cara de la marimonda».
Esta cesta (wáha), muestra 16 mosaicos con cabezas del murciélago (Déde-húha) en vuelo acompañados de su akáto o sombra inmortal

Con una lengua estructurada con la que expresan un pensamiento y una filosofía de vida de unidad indisoluble con la naturaleza y una cosmovisión integrada a sus utensilios de uso cotidiano, pienso que debemos hablar de la cultura Ye’kwána como una “totalidad espiritual integrada”[4]. Su cestería es un arte y un medio para transmitir la narrativa mítica de sus orígenes a sus descendiente. En relación a los diseños, Brewer concluye: “Estos complejos diseños representan un discurso sagrado y que de forma verbal abierta, o también sólo para iniciados, se ha empleado desde siempre como norma y dirección para la comunidad ye’kwána y para aquellos que se consideran “gente” o so’tto”. 

Ye’kwánas transportando una curiara, Salto Para en el río Caura, estado Bolivar

Además de estar dirigido a antropólogos y etnólogos o a despertar interés por esta rica cultura milenaria, este libro y su detallada descripción de plantas, materiales para el tejido y las técnicas de la urdimbre de cada uno de los tipos de cestería, está orientado a preservar una valiosa información de gran utilidad para los descendientes de esta etnia que deseen continuar elaborando los rigurosos diseños de este arte en vías de extinción.

El Amazonas venezolano, una de las más prodigiosas reservas de recursos naturales del mundo. Sus bosques pluviales tienen una antigüedad de 75 millones de años y sustentan el equilibrio climático al producir nubes, lluvias, agua y oxígeno para todo el globo terráqueo. Las diversas etnias que allí habitan en armonía con las selvas provienen del tronco Arawak-Caribe, presentes en esos territorios desde hace 4.000 años. Para la época del arribo de los españoles en el siglo XV, los ye’kwána (del grupo Caribe) ya era una cultura establecida al Sur del Orinoco.[5] 

Charles Brewer-Carías, 2019 © Fotografo Tim Lewis-Bale

La lectura de este libro nos aporta la necesidad de preservar esta y otras culturas de Guayana y Amazonas del ecocidio sistemático que se desarrolla en esos territorios. Los que conocemos la región y hemos convivido con sus indígenas, no podemos dejar de alertar sobre los peligros que los acechan, del alarmante el estado de ingobernabilidad y pérdida de soberanía al Sur del Orinoco, donde la guerrilla colombiana y otros grupos armados amparados por el régimen han establecido campamentos mineros que arrasan indiscriminadamente la selva utilizando mercurio en el proceso de extracción del oro, perjudicando los suelos y envenenando los ríos, utilizan a los indígenas como guías, los esclavizan en las minas, los hostigan y asesinan. Este desastre humanitario y ambiental viene sucediendo desde que el presidente Maduro y sus militares, implementaron el denominado Arco Minero del Orinoco y la creación de las Zonas Económicas Especiales en Guayana y Amazonas, que permite actividades de explotación minera, petrolera, forestal y otros desarrollos en territorios indígenas, parques nacionales, reservas forestales y de biosfera extremadamente vulnerables.

Desde las riberas del Caura nos llegan terribles las noticias. Grupos de mineros dirigidos por civiles armados y militares han penetrado los hábitats de los Ye’kwána a lo largo de este afluente del Orinoco, destruyendo la selva y contaminando sus aguas con mercurio. Es urgente detener la la destrucción de la reserva de la biosfera del planeta y el etnocidio de comunidades originarias que constituyen un reservorio de la sabiduría ancestral de la humanidad.

[email protected]
www.edgarcherubini.com
@edgarcherubini


[1] Charles Brewer-Carías, Simbología de la cestería ye’kwána, portal hacia un mundo paralelo, edición    

   Juan Carlos Maldonado Art Collection, 2019.

[2] Charles Brewer-Carías, Desnudo en la selva: supervivencia y subsistencia, 2013

[3] Daniel de Barandarián, Introducción a la cosmovisión de los indios Ye’kwána-Makiritare, UCAB, 

   1979 

[4] Franz Boas, Race, Language, and Culture, 1964

[5] Natalia Cáceres, Grammaire fonctionnelle- Typologique du Ye’kwanaLangue caribe du Venezuela,

   Université Lumière Lyon 2, Département de Sciences du Langage, 2011.

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