¿Izquierda o derecha?
Una de las calificaciones políticas más sin sentido en el siglo XXI es etiquetarse como de derecha o de izquierda. Todos saben que el origen de esta clasificación proviene de la ubicación de las bancadas en la Asamblea de la revolución francesa.
Hoy ser de izquierda o de derecha es muy distinto según en qué país lo analicemos, por ejemplo en Suecia, donde el gobierno corre con la mayoría de los gastos sociales es diferente a los EEUU, un país capitalista en el que la economía condiciona todos los aspectos de la vida.
Pero si recorremos el resto del mundo veremos cómo resulta más complicado etiquetar a los gobiernos, por ejemplo ¿qué es el actual gobierno chino? Se denomina comunista, por lo tanto, es de izquierda. Pero al mismo tiempo es capitalista, por lo tanto y según la etiqueta, también es de derecha. ¿Y Rusia?, obviamente no entra en el concepto de izquierda, no solo por ser capitalista, sino por la estrecha alianza de Putin con la iglesia ortodoxa rusa, una de las más conservadoras del planeta.
Y si vemos Venezuela… ¿Qué es Nicolas Maduro? un hombre que se autocalifica de izquierda, pero promueve la creación y expansión de una nomenclatura plutocrática.
Maduro utiliza un lenguaje de «izquierda» para engañar a los cuantos incautos que todavía le quedan, pero ejerce una politíca de «derecha» con el ecocidio del arco minero, la violación sistemática de los DDHH y la entrega del país a imperios capitalistas como Rusia y China. En términos clásicos , Maduro es de derecha, pero se presenta como de izquierda.
En realidad en un mundo globalizado, interpendiente, los gobiernos se ven prácticamente obligados a aplicar políticas económicas similares para poder subsistir y si bien usan las etiquetas de izquierda o de derecha para acceder al poder, una vez alcanzado se convierten en pragmáticos.
Esto no quiere decir que no existan posturas ideológicas diferentes. Por un lado la de los que defienden los derechos humanos, los que consideran que debe protegerse el ambiente para evitar su destrucción por actividades nocivas de la gente, los que están en contra del racismo, los que no creen en la teoría de la evolución, sino en el creacionismo, los que están a favor o en contra del aborto, la eutanasia, la pena de muerte… Y así pudiéramos seguir enumerando posturas que generan acalorados debates y enfrentamientos pero que según el caso se redefinen como de izquierda o de derecha. Pero a veces una misma persona puede tener distintas posturas en cada uno de los casos enumerados y entonces donde se le ubica ¿izquierda o derecha?.
Ya no tiene ningún sentido dividir las posiciones políticas en de derecha o de izquierda. No sólo es atrasado y reduccionista , sino que favorece una narrativa populista, engañosa y dañina.
Ser de “derecha” o de “izquierda” es más un comportamiento que una ideología. Pero como términos sirven mucho a ciertos propósitos. En Venezuela se ha calificado al Dr Caldera como un hombre de la derecha, y a Rómulo Betancur como de izquierda. Es esto ajustado a sus comportamientos?..En la Venezuela de hoy desapareció el término derecha, nadie se atreve a manifestar su derechismo, ni siquiera Lorenzo Mendoza se atrevería a tanto pues le daría pena. Ir por la izquierda tiene muchos riesgos y es por eso que los que quieren una sociedad bajo sospecha y control sufren de insomnio imaginando cual será su final. El planeta gira a la derecha como el trompo del niño. Es algo que ni Copérnico ni Galileo podrán revertir. Pero el hombre que trata de imponerle a sus semejantes la derecha como el andar derechito sin chistar, también sufre de insomnio pensando cuando alguno decide cruzar la calle..Ni Marx ni Mussolini entenderías eso de izquierda y derecha..MI LUCHA por el capital de Adolfo es similar a EL CAPITAL es mi lucha de Carlos.