La carga “mamertos” y “ñángaras”

El pasado 4 de febrero escribí un artículo titulado El Foro de Sao Paulo un “Caballo de Troya”. Alertaba de la peligrosidad del animal que, luego de saltar sobre el Atlántico, caminaba por España y ya trotaba en los predios mexicanos y norteamericanos. En apenas 6 meses lo vemos cargar, jueces en ristre, contra la democracia colombiana en la persona de Álvaro Uribe Vélez, un “cuatriboleao” que ha defendido la democracia con arrojo, sin esperar de los enemigos nada más que agresiones.

Es el mismo método utilizado en Venezuela. Al Presidente Carlos Andrés Pérez lo acosaron con el “caracazo” y los golpes de 1992;lo destituyeron y enjuiciaronpor autorizar una erogación presupuestaria,para organizar los cuerpos de seguridad de la Presidente Violeta Chamorro yla defensa de la democracia en Nicaragua. La denuncia la formuló un periodista que actuaba al borde de la delincuencia políticatransportando armas para laguerrilla “ñángara”, secundado por una pandilla cargada de odios autodenominada “los notables” que, usaron los medios de comunicación para amedrentar aunos magistrados pusilánimes que hicieron mayoría y condenaron a Carlos Andrés. Consecuencia: el Socialismo del Siglo XXI que tenemos y padecemos.

El Presidente Álvaro Uribe, está siendo víctima del odio de quienes derrotó con el voto popular y con el poder de las armas defendiendo la democracia, pero que además estimuló el crecimiento económico-social y redujo considerablemente los sembradíos de Coca, y a pesar deesos triunfos o por eso mismo, se le abre juicio fundamentado en las declaraciones de un delincuente, complementadas con “pruebas” recabadas, no importa cómo, porque la meta es encarcelarlo. Se trata de una conjura “mamerta” en la cual confluyen resentidospor nohaberlos hecho ministros, por no haber satisfechosus peticiones o por haber sido un presidente exitoso  y mantenga alto prestigio y reconocimiento. El mismo esquema. El odio de los fracasados. No es posible predecir las resultas del juicio. Ojalá los magistrados que, con inusual prisa, lo privaron de libertad asidos de argumentación fútil, no hayan alfombrado la trocha que los miembros del Foro de Sao Pablousan para asaltar el poder y destruir la democracia y… hasta a  ellos mismos.

EL IMPERIO DE LA DELINCUENCIA

Los “ñángaras”, cuando el golpista Hugo Chávez Frías llegó a la presidencia, lo primero que hicieron fue autoproclamarse Socialistas del Siglo XXI, pasar por socialdemócratas y sin generar mayores recelos asaltar el poder. De ahí en adelante se dedicaron a laviolación de los derechos  constitucionales. Los partidos políticos y los sindicatos de trabajadores fueron los primeros objetivos a ser demolidos y si bien al comienzo hubo marcado decaimiento en la oposición, en la medida en que el monstruo fue suplantando al “redentor” se produjo el reagrupamiento para enfrentarlo. Trapaceros incorregibles, han hecho marramucias inimaginables para no entregar el poder, pero ninguna como la que está en pleno desarrollo.

En diciembre debe elegirse nueva Asamblea Nacional, así lo establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, pero ni las encuestas pagadas por ellos predicen posibilidad de triunfo. Todas anuncian una derrota aplastante. Entonces dieron el gran paso. Cooptaro mejor ¿comprar? varios diputadosde oposición y algunos plumarios. El tribunal supremo de justicia(con minúsculas)o bufete de abogados de Miraflores, nombró un consejo nacional electoral a la medida y gusto de la cúpula “ñángara”; destituyó los dirigentes de los partidos opositores y entregó sus directivas  a los mercenarios, junto con los símbolos. Pero en eltrajín de poner a punto la trampa electorera, habían olvidado el asalto a las sedes, para que no quedara duda del despojo  total y del fraude ya en camino.

La dictadura militar encabezada por Marcos Pérez Jiménez, ilegalizó a Acción Democrática y asaltó sus sedes,apresó, exilió, asesinó líderes y militantes. PeroAD es más que una casa, unos símbolos, unos líderes y militantes, por valiosos que sean. Es la materialización  de la redención ciudadana. Y volvió…

Y…¡VOLVEREMOS!