La vida puede dar un giro de 180 grados y de un momento a otro cambiar todo lo que se tenía estipulado. Esto fue justamente lo que ocasionó la crisis sanitaria del coronavirus en la planificación que tenía prevista llevar a cabo el subcampeón olímpico de Río 2016, Yoel Finol.
El boxeador merideño de 23 años quien se encuentra cumpliendo con la etapa de confinamiento en la ciudad de Barranquilla (Colombia), asegura que la pandemia trastocó todos su planes deportivos, entre ellos el más importante, el de participar en el Preolímpico de la especialidad que debía llevarse a cabo el 17 de marzo en Argentina y que por la propagación del covid-19 fue suspendido hasta nuevo aviso.
El ver acción en esa competición tenía un propósito fundamental para el “Casiquito”, conquistar el boleto que lo llevara a disputar sus segundos Juegos Olímpicos, cita que también fue aplazada para el próximo año por a consecuencia de la pandemia.
“Llegamos a Medellín a principios del mes de febrero, de allí fuimos a un campamento que hizo el presidente de la AMB Gilbertico Mendoza, donde habían representaciones de 10 países del continente. Todo ello sirvió para continuar preparándonos para ir a competir al Preolímpico de Argentina, que era clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Tokio”, dijo Finol en una conversación con Analítica.com.
A pesar de que en esa competición no vio acción, el púgil criollo se mantuvo activo entrenando y el 12 de febrero, junto a la selección nacional de boxeo, partieron a una base de preparación en Rusia que se extendió a lo largo de dos semanas. Todo ello con el fin de llegar en óptimas condiciones a los que sería su participación en el preolímpico.
“Luego de ese viaje regresamos a Bogotá para continuar con la preparación. Había como diez selecciones de América, con ellas hicimos varios guanteos, siempre enfocados en el Preolímpico de Argentina. Días antes de la competencia empezó la pandemia y se dio la cuarentena, lo que trajo como consecuencia la suspensión de los eventos masivos y esto llevó a que nos quedáramos en Bogotá varios meses”.
Rememoró.
Manteniendo la calma
La improvisación, la calma y concentración se convirtieron en el engranaje perfecto con el que el abanderado criollo para los Juegos Sudamericanos de Cochabamba 2018 pudiera afrontar los más de tres meses que pasarían confinados en un hotel en la capital colombiana.
“De allá no nos pudimos mover, sin embargo seguimos entrenado, porque haya o no competencia debemos mantenernos en forma y fortalecernos para que el cuerpo esté físicamente activo”, indicó.
Tras varios días de conversaciones y negociaciones entre la AMB y el Ministerio del Deporte, el púgil aseguró que se logró que algunos de sus compañeros pudieran regresar a Venezuela, sin embargo él y otro cuatro boxeadores se trasladaron a Barranquilla.
“Cada uno de ellos quería estar con su familia, tal como lo estoy yo aquí con mi mamá. Eso nos da mucha más tranquilidad”, precisó.
Yoel Finol reconoce que todo lo que ha desatado el covid-19 no ha sido fácil, ya que confiesa que el hecho de haber perdido en cierta parte la planificación que tenía en aras de conquistar el cupo olímpico lo desanimó un poco.
“El hecho que esto pasara en una fecha cercana a los Juegos Olímpicos nos pegó mucho, sin embargo reconozco que el tiempo de Dios es perfecto, él es el que sabe el porqué de las cosas. El tener paciencia es lo que nos ha ayudado a seguir batallando. Sin embargo la pandemia no me ha alejado del sueño de llegar a ser campeón olímpico”.
Destacó
El novel boxeador asegura que ha recibido el apoyo de muchas personas, pero el que ha estado con él en todo momento en esta etapa ha sido Gilbertico Mendoza, presidente de la AMB.
“Ha sido la persona que nos ha incentivado a mantenernos firmes, trabajando y entrenando, ya que debemos estar prevenidos al bate al momento que se nos comunique la fecha oficial de nuestra próximo pelea como profesional”, dijo.
La creatividad puesta en marcha
El no contar con el espacio adecuado para poder entrenar a plenitud y tampoco tener la posibilidad de salir a realizar ejercicios al aire lilbre para mantenerse resguardados del coronavirus, llevó tanto a Finol como a sus compañeros de selección a improvisar un poco y así poder adecuar un espacio en el hotel donde se están hospedando para poder mantenerse en forma.
“Tuvimos que armar una especie de ring con unos cables viejos, y los sacos pasaron a ser unos cauchos y nos ingeniamos unas peritas con unas pelotas de trapo guindadas como piñatas para poder guantear. La idea siempre ha sido mantenernos activos a pesar de las circunstancias”, manifestó.
Finol reconoce que esta ha sido la manera con la que el profesor Jorge Zerpa se las ha ingeniado para que ellos se mantengan en buenas condiciones físicas y así tener la posibilidad de no perder sus entrenamientos previos.
“No nos podemos dar el lujo de no estar en buena forma porque en cualquier momento nos comunicarán la fecha del retorno a las competencias. Sabemos que este mes no será, pero si nos han dicho que para julio o agosto es posible que haya algunas peleas a puerta cerrada y sin público”.
Aseveró.
A mantener el invicto
El Yoel Finol que suma hasta ahora un par de triunfos en su etapa como profesional, dista mucho de aquel que rompió la sequía de 32 años sin que Venezuela sumara un nuevo metal olímpico en el boxeo en la justa de Rio 2016.
Aunque el oriundo de El Vigía asegura que mantiene su esencia, el púgil que debutó ante Jeison Cervantes con un nocaut en el cuarto round y luego dio cuenta Carmelo Mármol por decisión unánime en su segunda salida, emplea mucha más fuerza en cada golpe.
“No quiero ser el boxeador que no mueve la cintura o el dorso, siempre parado. Ese es el tipo de boxeo que se da en el profesional, es más cerrado. He mantenido mis movimientos pero lo que sí ha cambiado es que al momento de golpear lo hago con mayor fuerza y potencia. Allí radica la diferencia”.
Enfatizó.
De la misma manera precisó que parte del éxito que ha cosechado en esta nueva etapa de su carrera deportiva se debe a que suma mucha más experiencia y ha tenido un mayor roce competitivo en citas internacionales, dado que ha tenido la oportunidad no solo de enfrentar, sino también de vencer a los mejores de su categoría.
Mientras se reorganizan las competencias para optar por el cupo olímpico, Finol se mantendrá enfocado en alistarse para sus próximos compromisos profesionales, lo que sin duda servirán para su preparación.
La meta es cambiar el color de la medalla
Si bien es cierto que el boxeador de 23 años escribió su nombre en el Olimpo al adueñarse de la medalla de bronce tras no poder en semifinales ante el uzbeko Shakobidin Zoirov, el destino más adelante le jugaría una muy buena pasada. Y es que en septiembre de 2018, el COI le otorgó la medalla de plata de Rio 2016 al venezolano, luego de que el ruso Misha Aloian, fuera descalificado por dopaje.
Este hecho ha puesto a soñar con más ahínco a Finol, quien asegura que luchará a toda costa por cambiar el color de la medalla en Tokio 2020.
“Mi mayor anhelo es poder conquistar lo más alto del podio en Tokio y estoy seguro que de la mano de Dios lo lograré. El primer paso será lograr el cupo y luego de esto buscaré tener la mayor preparación posible para lograr ese sueño”.
Develó.
Finol es un atleta algo supersticioso y es por ello que confiesa que una vez que logré el cupo a la máxima cita deportiva volverá a teñirse el pelo de amarillo para así estar a tono con la medalla que quiere conquistar en la justa nipona.
“Con ese look nos fue muy bien. Fui a la siguiente competencia cuando comenzó el nuevo ciclo e hicimos un buen papel en los Juegos Sudamericanos y en los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Ahora cuando toque competir en Tokio lo volveré a tener para así conquistar ese metal dorado que tanto anhelamos”, dijo con determinación y risas el subcampeón olímpico.