Para gozar de una buena salud es imprescindible modificar nuestros hábitos y el estilo de vida, por supuesto esto incluye las prácticas alimentarias. Cumplir con una rutina de consumo de alimentos sanos y balanceados y hacer ejercicios a diario, sin caer en excesos, son comportamientos fundamentales para conseguir mantenerse saludable.
La prolongación de la vida y la terapia contra numerosas patologías que menoscaban la salud se pueden resolver con una serie de valiosos consejos, que si los acatamos metódicamente arrojan resultados efectivos para preparar nuestro cuerpo y permanecer saludable.
Come balanceado y nutritivo
Ingiere diariamente alimentos de todos los grupos alimenticios para conservar una dieta equilibrada, saludable y nutritiva. Se recomienda utilizar una vez a la semana frutos secos y semillas sin sal, con el fin de complementar un menú vigoroso.
Es importante consumir cuatro comidas al día (desayuno, almuerzo, merienda y cena), que integren macronutrientes y micronutrientes. Incorpora a tus platos alimentos nutritivos como: carnes, huevos, frutas, vegetales, legumbres, cereales, leche, yogur, queso y aceites naturales.
La hora de la comida es sagrada, come relajado y en tranquilidad, tómate tu tiempo y espacio para digerir bien los alimentos. Fracciona los alimentos en porciones moderadas y elige preferiblemente aquellos que son cocinados en casa. Trata de reducir de la dieta los alimentos procesados o enlatados.
Realiza actividad física
Es mundialmente conocido que el ejercicio físico promueve la salud física y mental, contribuyendo significativamente a la longevidad del ser humano. El tiempo que dedicas a mejorar la capacidad y la resistencia física muscular es un tiempo bien invertido.
Con solo desarrollar actividad física por 30 minutos puedes elevar tus niveles productivos y retardar la acción del tiempo o cambios propios de la vejez, mejorar tu sistema inmune, y prevenir enfermedades físicas y mentales.
Eso sí, el ejercicio no debe ser un intento desesperado por bajar de peso, practica ejercicios en forma moderada y progresiva según tu propio ritmo, condición y capacidad. Elabora un plan de entrenamiento para mejorar tu nivel de energía, lo esencial de ejercitarse es que tengas una vida libre de estrés, activa y ¡en constante movimiento!
Toma suficiente agua
Mantén tu cuerpo bien hidratado todo el día, no esperes a sentir sed para recordar que debes tomar agua. Lo aconsejable es ingerir 8 vasos de agua a lo largo del día. Esta cantidad de líquido equivale aproximadamente a 2 litros de agua. ¡No tienes que agregar azúcar!
Duerme bien
Descansa lo necesario, especialmente si tuviste un desgaste físico o mental durante el día. Una siesta reconfortante hará que al despertar te levantes con energía y vigor. Cuando el cerebro está descansado y relajado funciona mejor. El sueño es un aditivo milagroso para la buena salud, por lo que es necesario tener hábitos de sueño saludables.
Si tienes dificultad para conciliar el sueño, o no duermes lo suficiente, analiza con detenimiento las causas que provocan la interrupción de los patrones naturales de sueño. Si no puedes resolver esta situación entonces es hora de visitar un especialista.
Lo normal es dormir 8 horas como mínimo cada noche, dormir te hace sentir sereno, reposado y con buen estado de ánimo. Dormir plácidamente forma parte de un estilo de vida saludable y trae efectos positivos en órganos vitales como el corazón, el cerebro y contribuye a nuestro peso.
Lava y cocina bien los alimentos que consumes
Asegúrate de cocinar correctamente los alimentos antes de consumirlos, especialmente las carnes. Cocer bien las carnes sin dejar rastros rojos o rosados en sus partes internas contribuye a prevenir ciertas enfermedades causadas por los alimentos.
Todos los alimentos deben lavarse con agua limpia antes de su consumo, puedes agregar unas gotas de vinagre o limón adicionales para sanear el exterior de los alimentos.
Tu cuerpo es un templo que debes cuidar celosamente para una salud resplandeciente, estar saludable depende de cada uno de nosotros y del modo en que tratamos nuestro organismo.
Ya te mencionamos algunas reglas básicas, pero trascendentales, que no puedes dejar de lado si la finalidad es conservar tu bienestar: actividad física, comer equilibrado y nutritivo, descansar, mantenerte hidratado y cocinar bien los alimentos. ¡Comienza desde ya a gozar de buena salud!