Estadounidenses van a las playas y se dan un respiro ante el coronavirus
Acercándose a la cifra de los 100 mil fallecidos (97.722) y con más de 1,6 millones personas contagiadas, el coronavirus sigue avanzando en Estados Unidos, que no obstante continúa el proceso de reapertura ecónomica, que se pone a prueba durante el largo fin de semana por la celebración este lunes del Memorial Day (Dia de los Caídos), que marca tradicionalmente el inicio de la temporada de verano, y en el que distintos estados, además de reducir las restricciones en las playas, permitieron otras actividades, aunque bajo ciertas condiciones.
Es así que en el condado de Los Ángeles, en California, ensayó algunas medidas para suavizar el confinamiento, entre ellas la apertura de los senderos para ciclistas en las playas, en las que desde el pasado 13 de mayo se permite nadar, surfear, correr y caminar, aunque no están autorizadas las reuniones u otros eventos.
Las autoridades locales permitieron además que las tiendas ubicadas en los centros comerciales reanudaran su actividad, aunque únicamente para servicio de recogida en áreas establecidas para garantizar el distanciamiento social.
Mientras, miles de personas se vieron en la zona de Tampa, en el oeste de Florida, donde las autoridades tomaron la medida extraordinaria de cerrar los estacionamientos porque ya estaban llenos. También hubo playas abarrotadas en la otra costa de esta península, así como en distintos puntos de la costa atlántica estadounidense.
Incluso, el presidente Donald Trump fue visto el sábado practicando golf en su club a las afueras de Washington, después de varias semanas de no trasladarse a algunas de sus propiedades debido a la emergencia del coronavirus.
Mantener el distanciamiento social
Pero en muchos lugares las normas no fueron respetadas. El diario The Washington Post difundió un video en el que observa a un grupo numeroso de personas departiendo en el Lago de los Ozarks, en Misuri, sin atender las recomendaciones de distanciamiento social.
En este sentido, Deborah Birx, una de las líderes del grupo de trabajo de la Casa Blanca contra el coronavirus, insistió este domingo en la necesidad de mantener el distanciamiento social, al advertir sobre el peligro de la «propagación asintomática» de la enfermedad.
«El distanciamiento social es absolutamente crítico», sostuvo Birx, que recomendó el uso de un cobertor facial en los casos en que no se pueda mantener la distancia recomendada.
Birx, quien ha aparecido con máscara en algunas de las conferencias de prensa junto al presidente Donald Trump, no se aventuró a predecir un nuevo confinamiento, al asegurar que «es difícil saberlo», pero admitió que se están aprovisionando de equipos de protección y respiradores, a la vez que se avanza en la búsqueda de una vacuna, por «si el virus regresa de manera significativa».
Responsabilidad china
Por otro lado, Trump y varios de sus funcionarios volvieron a cargar contra el Gobierno chino por la pandemia. «Ahora es algo muy terrible y podrían haberlo detenido si hubieran querido», agregó el mandatario, para quien o fueron incompetentes o no quisieron detener la propagación de la enfermedad.
Asimismo, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Robert O’Brien, indicó que «este fue un virus desatado por China» y se ocultó.
«Algún día vamos a hacer un show de HBO, como lo hicieron con Chernobyl, sobre este virus», señaló en alusión a la popular serie, aunque indicó que Estados Unidos será «parte de la solución».
Prohiben entrada de brasileños
Entretanto, el Ejecutivo estadounidense prohibió este domingo la entrada de pasajeros procedentes de Brasil, el más país más golpeado por la pandemia del coronavirus en Suramérica, una medida similar a la que adoptó con Europa y China.
«Estas nuevas restricciones no se aplican al flujo de comercio entre Estados Unidos y Brasil», explicó la portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, en un comunicado.
Un alto funcionario de la Administración de Trump señaló que estas restricciones «no reflejan de ninguna manera una reducción en la fuerte relación» que mantienen ambos países.
El funcionario confirmó que Trump ha hablado en dos ocasiones en los últimos dos meses con su colega brasileño, Jair Bolsonaro, sobre su lucha compartida contra el covid-19, por la que Estados Unidos donará 1.000 respiradores para ayudar en las necesidades de atención médica en la nación amazónica.
Entre el 11 y el 17 de mayo pasados ingresaron a EE. UU. procedentes de Brasil casi 1.800 viajeros, mencionó el alto funcionario en la declaración, y agregó que cada semana llegan a los aeropuertos estadounidenses más de 1.500 pasajeros en vuelos desde ese país.