¿Vencerá H a H?
Muchos han escrito sobre las primarias, así que estas líneas las dedico al futuro, al próximo, a lo que está por hacer de aquí en más hasta la cita electoral del 7 de octubre.
En este país, donde las cucarachas vuelan, no es posible acabar con el asombro. Las tonterías que se escucharon el domingo a la noche en «el canal de todos los venezolanos» son evidencia de cuán poco preparados estaban en Miraflores para reaccionar políticamente a los resultados de las primarias de unidad. Que haya sido un personaje de poca monta en la escalera de las filas del chavismo, el conductor de La Hojilla, quien asumiera la responsabilidad de una posición frente a los hechos, da cuenta del desmadre. Peor aún que el mensaje implicara al CNE en una suerte de fraude por comisión u omisión es caer en lo bizarro. Cómo se nota que ya el gobierno no cuenta con funcionarios de alto nivel que puedan tomar el toro por los cuernos.
Pero tal no va a ser el escenario en adelante. Reaccionarán. En breve. Y resurgirá el candidato, con virulencia, jugándoselas todas y cayendo en lo peor de lo peor. Al fin y al cabo, los que hoy gobiernan tienen mucho en juego, mucho poder, mucho dinero, mucho que tapar. Sienten que si pierden, ni que Dios los agarre confesados. Sin embargo, la estrategia del gobierno, lo que haga o deje de hacer, no debe ser lo que guíe los pasos de la estrategia y táctica de campaña de la Unidad y de los candidatos. Hacerlo sería desviar la atención de lo central, de lo fundamental, de lo que debe ser el foco de atención: los problemas que mantienen a los ciudadanos -en particular a los ciudadanos pobres- en este miserable estado de perpetua caída de la calidad de vida.
Por delante, menos de 300 días para caminarse el país entero, para entrar en contacto con esos tres millones de ciudadanos que votaron el 12F y muy particularmente con los millones que no votaron, por la razón que fuere. Hay que ganarse la confianza de todos, hay que abrirle los brazos y los corazones a las víctimas de un gobierno que tuvo todo y lo desperdició, echando al pipote de basura las válidas esperanzas y los merecidos sueños de millones que creyeron en todo este tinglado.
Desde ya la pregunta en la mente de los electores y de los dirigentes de campaña debe ser: ¿Vencerá Hugo a Henrique? Hasta el domingo fue al revés. ¡Este cuento sí ha cambiado!