Venezuela debe establecer mecanismos para garantizar alimentos, exhortó la FAO
Con el fin de evitar una caída en la producción del país en el marco de la pandemia por el coronavirus, el representante encargado de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Venezuela, Rolf Hackbart, exhortó a al gobierno de Nicolás Maduro a resguardar, asegurar y movilizar los insumos agrícolas para el próximo ciclo de siembra.
“Ante los retos que enfrenta la economía nacional derivados de la caída de los precios del petróleo y de la crisis de los mercados mundiales, sostener la producción nacional es de vital importancia para aligerar la presión sobre los mecanismos de financiación y recursos con los que cuenta el país para la importación de bienes y servicios, así como para mitigar los riesgos de las posibles interrupciones en las cadenas de suministro internacionales”, declaró el representante a través de una nota de prensa.
A juicio de Hackbart, si bien “los stocks globales de cereales están en uno de los niveles más altos de la última década” y que, “hasta el momento, las interrupciones en el suministro de alimentos a nivel mundial han sido mínimas y muy puntuales”; se debe tomar en cuenta que “los grupos de alimentos de mayor valor nutricional y considerados perecederos, como las frutas y verduras y, en menor medida, las legumbres, podrían ser los primeros afectados por la propia naturaleza más compleja de sus cadenas de distribución, almacenamiento y conservación”.
“En Venezuela la fortaleza de la producción nacional se basa en los rubros estratégicos de cereales, oleaginosas, tubérculos, hortalizas, productos lácteos y cárnicos”, aseveró el representante del organismo multilateral.
Recalcó que no hay que desatender la salud de los agricultores y trabajadores de toda la cadena alimentaria que podría tener una mayor propagación del Covid – 19, “lo cual podría alterar el flujo de suministro en los próximos tres meses, tiempo que es determinante para luchar contra el virus”.
25 países de América Latina y el Caribe firmaron compromiso
El pasado viernes la FAO informó que 25 países de América Latina y el Caribe, enre ellos Venezuela, expresaron su compromiso de coordinar el abastecimiento de alimentos «suficientes, inocuos y nutritivos» para los 620 millones de habitantes de la región durante la pandemia de covid-19.
El acuerdo fue firmado por los ministros y secretarios de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Desarrollo Rural de los 25 países, que se comprometieron a actuar coordinadamente y a adoptar medidas apropiadas de acuerdo con la realidad de cada país, detalló la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en un comunicado.
Los países firmantes de este acuerdo son: Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica, Dominica, Ecuador, El Salvador, Granada, Guatemala, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Uruguay y Venezuela.
Las medidas
Los firmantes se comprometieron a proveer asistencia técnica y financiera a los pequeños y medianos productores agrícolas, pesqueros, ganaderos y agroindustriales, para que puedan sostener e incluso aumentar su producción, que se considera «esencial» para el consumo nacional.
Además, asegurarán el funcionamiento regular de los mercados mayoristas locales, regionales y nacionales, «coordinando acciones en este mismo sentido con actores importadores y distribuidores de alimentos del sector privado».
Implementarán programas de emergencia para prevenir las pérdidas y desperdicios de alimentos y monitorearán en forma constante las cadenas logísticas, especialmente aquellas que incluyen dos o más países.
También fomentarán el uso de plataformas y aplicaciones de comercio electrónico de alimentos y otras medidas «que permitan reducir el impacto de la sana distancia social» y «favorecer cadenas con un menor número de intermediarios entre productores, comercios pequeños y medianos, y consumidores».
Promoverán que las políticas fiscales o comerciales de los gobiernos «no debiliten el funcionamiento normal del comercio regional y global de alimentos».
Finalmente, establecerán mecanismos «ágiles», público-privados, que operen como comités de emergencia de los sistemas alimentarios, para facilitar el monitoreo constante del abastecimiento y de la situación de los mercados.