¡No a la abstención, votemos este 26/4!
Desde que en Chile se implementó la inscripción automática y el voto voluntario, la abstención ha sido la principal protagonista en los diversos procesos electorales hasta la fecha. En la elección de las municipales de 2012, la abstención alcanzó 57% y 2016: 66%; En la elección Presidencial 2013, 58% y 2017, 50.98% de abstención.
En efecto, en las municipales de 2012, las primeras elecciones con voto voluntario, un 57% del total de personas que estaban habilitadas para sufragar, no lo hicieron. Luego, vino la primera vuelta de las presidenciales de 2013, donde un total de 6.696.229.000 personas fueron a votar, registrándose una participación del 49,3% y una abstención del 50,6%. El escenario empeoró aún más para la segunda vuelta donde se enfrentó Michelle Bachelet y Evelyn Matthei, donde la abstención llegó al 58% del padrón.
Donde todos los peores pronósticos quedaron cortos, fue para las pasadas elecciones municipales de 2016, donde apenas el 34% de los electores ejerció su derecho a voto. Así, de un padrón de 14,1 1millones de personas, sólo votaron un tercio de los habilitados.
Si bien en las elecciones 2017, la cifra de abstención se redujo respecto a las últimas municipales, aún se mantiene la tendencia que se ha visto desde 2012, en donde menos de la mitad de los votantes habilitados ha concurrido a las urnas. Inquietante advertencia.
En este plebiscito del 26/4, los chilenos deberán decidir con sus votos entre dos escenarios u opciones bien definidos:
1) Rechazar una nueva Constitución: a fin de consolidar el modelo ESM reformado, más justo, más solidario, implementar la Agenda Social y adecuar la Constitución vigente a la modernización del Estado, o,
2) Aprobar nueva Constitución mediante una Convención Constituyente.: volver a un pasado fracasado, a un Modelo estatista, intervencionista, clientelita, autoritario, populista. Fin de la autonomía del Banco Central para evitar controlar la inflación; Estatización de los Fondos de Pensiones para apoderarse de los fondos acumulados para sus fines clientelitas. Son admiradores del Chavismo/Castrismo.
Frente al escenario 2), negativo e incierto, debemos revertir la peligrosa abstención, con una campaña por el RECHAZO, que las ideas y la fuerza con que las transmita, sean motor suficiente para sacar de sus casas a los abstencionistas y desinformados para estimular su participación e impulsar la movilización y debate político en la actual campaña por el plebiscito, que gane con un alto porcentaje, la opción RECHAZO, enviando cuatro mensajes irrebatibles a la extrema izquierda(PC y FA) y a la ex Concertación:
1) El Rechazo, ¡poner a las personas primero!; se evitaría perder el tiempo en una nueva Constitución innecesaria y focalizar los esfuerzos tanto en implementar la Agenda Social que la ciudadanía anhela y reclama, como abocarse a la modernización del Estado;
2) El Rechazo confirmó la elección dic 2017, que el país no requiere una nueva Constitución, la de 2005, firmada por ex Pdte. Lagos, es legítima, sólo bastaría reformarla conforme a los procedimientos constitucionales contemplados en la vigente Constitución, para adecuarla a la Modernización del Estado, tan postergada por falta de voluntad política de los gobiernos de la ex Concertación y la NM.
3) El Rechazo ha ratificado los legítimos reclamos pacíficos y terminar con los irritantes abusos, privilegios y corrupción, recuperando los deteriorados cimientos de ESM, la ética y el bien común, perfeccionándola, con una economía y la política, más humanizada y cercana con las personas y por ende, mejorando la gobernabilidad del país.
4) La extrema izquierda representada por el PC y FA, si no acatan la voluntad de la ciudadanía, deben quedar excluidos del sistema político por ser anti democráticos y violentistas.
Por las razones expuestas, estimados lectores, vayan a votar este 26/4, e inviten a los abstencionistas, defiendan la Democracia, la Libertad, la Constitución vigente, con nuestros votos exijamos más transparencia, control de la corrupción y terminar con el obsceno derroche de los recursos fiscales y tener un país más justo, más amistad cívica, humanitario, sobre todo, para los más necesitados, para una población de adultos mayores en ascenso y velar por el futuro de los hijos, los nietos.
No permitamos, por ningún motivo, la reelección de los actuales diputados y senadores, por su incapacidad y su estúpida obstrucción en desmedro de las clases media y los más pobres .
¡NO A LA ABSTENCIÓN!, despierten y reaccionen, antes que sea demasiado tarde y no tengan que lamentar después, como ha sucedido con nuestros hermanos latinoamericanos. Rechacemos categóricamente una izquierda retrograda que pretende destruir lo que se ha construido con tanto sacrificio.