Warapiche Mineral Water
¡Qué sortaria es esta Revolución Bolivariana! Cualquier amenaza se le convierte en una oportunidad. Así pasó con el deslave que le dio la coyuntura necesaria para estratégicamente convertir a Vargas en un ejemplo para el turismo internacional con sus posadas ecológicas, hoteles de todas estrellas y vías y caminerías de nivel mundial. Nada que decir de El Niño imperialista que intentó desestabilizar al régimen para – rendido y domeñado por la inteligencia del Proceso – dar paso a uno de los países con mejor iluminación del planeta, desde el espacio sideral Venezuela relumbra, brilla, fulgura, resplandece.
Ahora un insignificante y provocado derrame de petróleo le da a la Revolución un producto de exportación ampliamente apetecido en todos los ámbitos sociales y económicos: el agua mineral Warapiche, llamada así de acuerdo con la grafía de nuestros aborígenes y por el río que se ha transformado en un manantial de codiciado líquido.
La Warapiche ha sustituido a la contrarrevolucionaria, antipatriótica, imperialista y abominada agua Minalba. Ya la traidora esa no se verá más en las sesiones de los Consejos de Ministros, ni en las reuniones del Alba ni en las de la directiva de PDVSA, la Warapiche la ha sustituido con toda la dignidad revolucionaria que merece.
A nivel internacional es manifiesta la preocupación de los embotelladores europeos de Evian, Vittel, Badoit, Volvic, Quezac, Besoya, San Pellegrino, Fuensanta, y tantas otras marcas que se preciaban de su dominio del mercado ponen sus manantiales en remojo ante la entrada triunfal de la bolivariana Warapiche criolla en las mostradores y mesas de la Unión.
Ya los chinos están prestos a firmar un nuevo acuerdo con el gobierno revolucionario para gasificar nuestro preciado líquido monaguense. Las aguas gasificadas del Norte se encuentran anonadados ante la amenaza de la gasificación de Warapiche. La princesa de las aguas minerales – Perrier – se estremece de solo pensar en un vaso de Warapiche au citron.
El Gabinete en pleno, los representantes de los Poderes Nacionales, los Embajadores de los países del ALBA y PETROCARIBE, los diputados aplaudidores, los líderes del Poder Comunal, se concentran en los autobuses rojo – rojitos de la Campiña para bajar todos en fanática procesión a recibir al sanado Primer Mandatario y brindar por su vida eterna con la refrescante e impoluta agua mineral Warapiche: Hecha en Socialismo.
No lo dudemos, la Warapiche sustituirá al petróleo como principal producto de exportación de la República Bolivariana.
¡Beberemos y Viviremos!