El peor artículo de 2011
Mi penúltimo artículo del año pasado se ganó el título del peor de los publicados en 2011. No hay otro que yo conozca que le dispute ese poco honroso galardón: pedirles a los electores que marchasen la semana de Navidad, en el momento que compraban sus hallacas, organizaban la cena familiar, asistían a la misa de gallo, es un despropósito como más de un lector comentó. Pido perdón por lo inapropiado del artículo.
¡Pedir marchar al comienzo de las vacaciones, cuando la gente marchaba hacia las playas, el interior del país o, los más afortunados, al extranjero, entre ellos la mayoría de los boliburgueses! Sin embargo, el artículo lo firmaría de nuevo, de la primera frase hasta la última para publicarlo cualquier semana de este año que no fuera la de Navidad, es decir, ahora.
El candidato de la MUD enfrentará a un rival astuto, con recursos y con toda la motivación del mundo, al que hay que ganarle por los suficientes votos, y derrotar de paso el constante apoyo a la abstención de algunos que no cesan de desalentar a los venezolanos y siguen tratando de convencerlos de que no hay salida electoral posible, y mientras repiten esto no hacen el menor gesto para tomar las armas.
Al candidato que salga de las primarias le tocará unificar al país más allá del mundo político, porque a las universidades, los sindicatos, los intelectuales, los profesionales, los pobres, les va la vida en la próxima elección. Hace diez años en las grandes manifestaciones se rechazaba la presencia de los políticos, los líderes inevitables de la oposición. Hoy la MUD forjó la unidad política, se requiere a partir del 12 de febrero construir otra unidad, lograr que se vea como algo natural que la dirigencia de la MUD, y en especial su candidato, vaya a la UCV a respaldar a los estudiantes asediados, respalde a los trabajadores de la CVG, les extienda la mano a los damnificados.
No se trata de volver a los tiempos de la Coordinadora, sino de forjar una alianza mucho más vasta que la del mundo político, de toda la sociedad para enfrentar a Chávez, un adversario temible. Ese será el momento de volver al tiempo de las grandes marchas, como logró hacerlo el candidato Manuel Rosales en alguna oportunidad de su campaña presidencial.
Se repite una conseja pesimista sobre el día siguiente de la elección de octubre 7, todavía algunos creen que Chávez no ganó el revocatorio y suponen a la oposición condenada a la trampa, posibilidad que sería mayor de haber cambios fundamentales en el Consejo Nacional Electoral, cosa que todavía no ha ocurrido, si alguna talibana ocupara la Presidencia el CNE. Pero no hay que ahogarse antes de llegar al río; por ahora la tarea es forjar esa nueva mayoría, articular un mensaje con ideas, no con eslogan; unificar a todo el país. Cada momento tiene su angustia, si el 8 de octubre el Gobierno desconociera su posible derrota, habría que lanzarse a la calle.
Por ahora a los más radicales en la oposición les falta algo, poder de convocatoria, no arrastran ni a su familia. El candidato de la MUD que unificará al país si contaría con ese poder de convocatoria, la clave para movilizar al pueblo, y apostarnos que le sobrará valor para dar el ejemplo. Ojalá que ese día no llegue porque Chávez reconozca su derrota.
Pero no cantemos victoria antes de tiempo, hay mucho por hacer, muchas puertas que tocar para unificar al país, a todo el país.