Aunque el promedio de 42 horas semanales de distribución de agua potable se mantuvo, el mes de septiembre cerró con más fallas en el suministro que perjudicaron a los habitantes de la Gran Caracas, pues en algunos casos no recibieron el servicio hasta una semana después de las fallas de Hidrocapital.
En el alimentador norte se realizó una reparación que dejó sin agua a los caraqueños por dos días y afectó principalmente a los sectores de El Cafetal, Caurimare y zonas de Libertador como La Candelaria, Sábana Grande, La Florida, San Bernardino y La Pastora, apuntó a la redacción de Analítica.com el ingeniero y miembro de Monitor Ciudad, Jesús Vázquez.
Posteriormente, otra falla ocurrió en el Tuy III y se extendió hasta el Tuy I debido a que cada vez dependen más entre sí. Esta situación dejó sin agua a los vecinos de Baruta y al oeste de Libertador por tener inconvenientes con sus líneas de suministro desde Camatagua hasta la capital tras los reiterados problemas eléctricos que ocurren en el país y que perjudican el bombeo del líquido.
Usuarios de las redes sociales reportaron que zonas del barrio Unión en Petare como Escalera Monagas, Comedor San Miguel, Cambural El Plan, Boulevard El Carmen, Vuelta La Orquídea se encontraban este lunes sin servicio. Igualmente, la escasez es similar en Lomas y Colinas de La Trinidad que solo recibieron 23 horas de agua después de 10 días de sequía.
Vázquez detalló que las denuncias recibidas porMonitor Ciudad son principalmente en lugares de Baruta, por lo que el alcalde Darwin González ha reclamado fuertemente a Hidrocapital para que normalicen el servicio y les dieran más horas.
“El problema es que cuando hay un fallo eléctrico ellos tratan de ajustarse a su cronograma de abastecimiento que no es más que darle la mitad de las horas a la semana a un sector para que el resto del tiempo sea para los otros. Su intención es que los caraqueños tengan cuatro días de agua”, explicó.
Según denunció Vázquez, algunos trabajos realizados por Hidrocapital han tomado por sorpresa a las comunidades y se les imposibilita tomar previsiones, como ocurrió el pasado sábado tras unas reparaciones que realizaron en el Tuy II que dejó a las parroquias de Libertador sin agua.
Zonas como Mariches, Caicaguita y La Dolorita presentan muy mala calidad del líquido hasta el punto de llegar salir marrón. Además, en septiembre se ubicó en 30 mil bolívares el promedio que gasta una persona en comprar agua de botellón.
El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) registró que el agua potable es la principal motivación para las movilizaciones en distintas comunidades del país, contabilizando para septiembre al menos 118 protestas, equivalentes a 4 diarias.
Dificultades para el desarrollo de tareas del hogar, aseo personal, situaciones sanitarias y altos costos por el pago del servicio de camiones cisternas, son parte de las razones que motivan a los ciudadanos a tomar las calles en exigencia de uno de los principales servicios básicos.
Deberían hacer una nota con las ciudades dormitorios del área metropolitana de Caracas. Guatire y Guarenas, que dependen del alimentador de Taguaza (Barlovento), tenemos más de un mes sin agua. No hay una respuesta de Hidrocapital.
Los rumores hablan desde problemas con el suministro eléctrico, pasando por un transformador dañado que está en alguna parte del sistema montañoso de la Costa, y al que se le llega solo en helicóptero, bombas sin repuesto, etc. Lo único es que tenemos más de mes y medio sin recibir agua.
En Vargas, es más crítica la situación. Hay sitios que tienen un año sin saber del servicio de Hidrocapital. Los camiones cisternas cobran entre 25 y 50 dólares, dependiendo de la zona, pero el gobernador siempre tiene agua en su casa y en sus oficinas y quiere comprar una rueda de la fortuna en China.
Las cosas hacia los Altos Mirandinos son del mismo tenor. El servicio poco, malo y sin derecho a reclamos