La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) aprobó la instalación de un mecanismo especial de seguimiento” con la finalidad de poder verificar el estado de las recomendaciones que el organismo emitió hacia el caso de Venezuela.
La decisión se dio tras la celebración del 173º período de sesiones, realizadas el 22 de septiembre al 2 de octubre de 2019. La CIDH celebró 33 audiencias públicas sobre la situación de varios países en los que se incluye Venezuela, que afronta una crisis política, económica y social.
Un extracto del comunicado de la CIDH, en referencia a Venezuela reza lo siguiente:
En relación con Venezuela, la CIDH recibió información preocupante sobre la situación de graves violaciones a los derechos humanos y las persistentes afectaciones a la institucionalidad democrática en el país. En particular, se denunciaron prácticas de persecución política generalizada en el país a todos los opositores y disidentes del gobierno de facto, en particular contra los parlamentarios de la Asamblea Nacional y funcionarios públicos disidentes de Maduro. En un contexto de quiebre de la separación de poderes, las organizaciones de la sociedad civil denunciaron allanamientos de inmunidades parlamentarias, detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas, que afectan a los derechos humanos de las personas afectadas así como el propio funcionamiento de la Asamblea Nacional. Asimismo, la sociedad civil denunció las medidas de represión y la criminalización de las personas defensoras de derechos humanos bajo la Doctrina de Seguridad Nacional, por ser consideradas un “enemigo interno”. Hay información respecto a discursos estigmatizantes, hostigamientos, amenazas, asesinatos y ejecuciones extrajudiciales.
Considerando la grave situación en el país, la CIDH decidió instalar el Mecanismo Especial de Seguimiento para Venezuela (MESEVE), con el objetivo de dar seguimiento a las recomendaciones emitidas por la Comisión al Estado y brindar un monitoreo especial a la situación de derechos humanos en el país. Desde el 2017, la CIDH cuenta con una Sala de Coordinación y Respuesta Oportuna e Integrada (SACROI) para tratar los asuntos de Venezuela. Con la instalación del MESEVE, la CIDH ampliará sus capacidades de seguimiento a las recomendaciones emitidas en sus diferentes mandatos, así como verificar la implementación de las medidas cautelares; dar seguimiento al análisis de las peticiones recibidas; monitorear la situación de derechos humanos en el terreno; impulsar las capacidades de la sociedad civil para promover el respeto y garantía de los derechos humanos en el país; y dar a conocer a la comunidad internacional la situación de derechos humanos en el país. En el marco del MESEVE, la Comisión pretende elaborar dos informes: uno sobre la situación de derechos humanos en el país y otro sobre la migración forzada de personas venezolanas.