Las complejas soluciones para Venezuela. Sus riesgos y factores negativos
Al negarse los gobiernos de los países que protegen a Nicolás Maduro y a su narco dictadura comunista a persuadir a ese régimen de entregar el poder pacíficamente, para que se abra un compás de espera con un gobierno democrático transitorio, se revise y mejore sustancialmente el Consejo Nacional Electoral (CNE), para luego convocar a nuevas y pacificas elecciones presidenciales, dentro del marco de nuestra constitución, no habrá solución negociada, puesto que ésta jamás seria constitucional, dado que la misma adolecería de legalidad, dado que, para satisfacer a la parte usurpadora, se tendría forzosamente que violar la constitución vigente; puesto que habría que exonerarles parte de sus atrocidades e ilegalidades cometidas, reñidas con la ley y la constitución. Ante este dilema, y a objeto de alejar la solución armada para resolverlo, visto el rechazo de gran parte de las naciones del mundo libre a emplear esta solución, se espera que el TIAR, con todas las herramientas de presión políticas, económicas y de otro tipo que están presenten en este tratado, es de esperarse que este organismo haga el papel de persuasión, que tanto Rusia, China, Corea del Norte, Cuba e Irán, entre otros, se han negado reiteradamente a ejercer.
En mi escrito anterior, propuse una vieja solución y oportunidad que se le ha presentado repentinamente a la oposición, tal como lo es la realización de un referéndum revocatorio, para que el pueblo de Venezuela decida democráticamente por su propio y legítimo derecho, sobre su futuro. Con la AN reestablecida legalmente, con la incorporación de la bancada de la narco dictadura a ésta, se reestablecerían el derecho y legalidad negado en 2016 a la oposición de realizar este referéndum. Por allí leí que voceros de la oposición se pronunciaron al respecto y al parecer ya ese proceso de retoma del referéndum revocatorio estaría en su fase de pre reinicio. Es de esperarse que no vuelva a ser vilmente torpedeado, como sucedió anteriormente.
Como se puede apreciar, estarían surgiendo nuevas opciones pacíficas de presión a ser utilizadas por la oposición, para lograr los objetivos de la Venezuela democrática y mayoritaria. Por supuesto que la solución armada, tal como lo señala lo lógica, siempre estaría presente en la mesa de soluciones. En una oportunidad, comparé la situación actual de Venezuela, con la de los misiles nucleares instalados en Cuba en los años sesenta del siglo XX. Esa macabra y angustiosa experiencia vivida todavía está presente en la mente de los que la vivimos, y no me extrañaría que la actual situación se convierta en otra crisis de los misiles, esta vez más radical. No es para menos, puesto que la diplomacia mundial, los medios de comunicación, y los estudiosos de la historia, y del mundo en general, se estarían percatando de que, el problema de Venezuela lo han convertido los países inescrupulosos y pendencieros señalados arriba; alineados con la narco dictadura las guerrillas, y el terrorismo; en un problema mundial que estaría afectando: al hemisferio occidental, a América, a su democracia y a su propia seguridad regional y mundial.
Adicional a todo este conjunto de situaciones y problemas, para lograr la liberación de Venezuela del narco régimen, extraña mucho que el partido político demócrata ignore la situación álgida y amenazas multilaterales de debilidad en la que se encuentra hoy envuelta su nación, gracias a las políticas erróneas y débiles de presidentes norteamericanos de ese partido político demócrata, como lo fueron Bill Clinton y Barak Obama, quienes prácticamente claudicaron ante las fuerzas del mal que les hostigaron durante sus débiles e inexplicables mandatos y lograron acuerdos dudosos y entreguistas que dejaron mucho que decir, en el ejercicio de sus respectivas presidencias.
Pareciera incluso que el partido demócrata de los EEUU, hace todo lo posible por boicotear las políticas de Donald Trump, para favorecer “involuntaria e ingenuamente” a los tradicionales enemigos políticos de los EEUU, como lo son Rusia, China, Corea del Norte, Irán, Cuba, etc. No se explica cómo es posible que el partido demócrata inicie juicios sin sentido, contra el presidente de los EEUU, lo que al final perjudica a la misma nación y la debilita ante el mundo totalitario que la combate. Son muchos los frentes de batalla política, social, económica y en general que tiene por delante esa nación norteamericana. Debilitando la presidencia de EEUU, para intentar sacar de la competencia política a Donald Trump es un grave error de cálculo que estaría cometiendo dicho partido, puesto que de salir airoso Donald Trump, sin duda alguna, arrasaría en las próximas elecciones del próximo año 2020. De salir victoriosos y logran expulsar a Donald Trump de la presidencia de los EEUU, sin duda que esta nación quedaría más débil que nunca y posiblemente tendría que doblegarse ante muchos de los reclamos diplomáticos, políticos y económicos que ha planteado ante sus fuertes adversarios. Tal situación, sin duda alguna iría en contra de nuestras aspiraciones de libertad.
Esta debilidad nacional en la que el partido político demócrata de los EEUU está inmerso, no tiene ningún sentido común, ni asidero, ni lógica, ni justificación alguna ante el pueblo norteamericano nacionalista o patriota de esa nación; puesto que ante la predica de hacer a los EEUU, grande y poderoso como lo era en el pasado, que pregona Donald Trump como presidente, la réplica del partido demócrata, le sigue la contraria y cree ingenuamente que sacando a Donald Trump del poder logrará que este empuje positivo retroceda y caiga en otra dimensión desconocida sin liderazgo político que la enrumbe, por simple odio y vanidad. El liderazgo del partido político demócrata de los EEUU, esta tan confundido y débil, que su liderazgo tan complexo y diversificado demuestra que no existe ni coherencia, ni forma de entender las propuestas que hacen los diferentes líderes con posibilidades reales y exitosas de competir contra un Donald Trump, ciertamente polémico, pero seguro de sí mismo y de las políticas nacionalistas que adelanta en los EEUU, como presidente de esa gran nación.
Si el partido demócrata lograse sus objetivos de sacar a Donald Trump de la presidencia, la situación y posición mundial de esa nación, líder de la democracia de las libertades, entraría en una especie de compás de espera, para saber su conducta y destino luego de la actuación de Donald Trump como presidente. Sin duda alguna que los grandes temas por debatir y resolver como los de Rusia, China, Irán, Corea del Norte, Venezuela, Arabia Saudita, la seguridad regional, el crecimiento económico de EEUU, etc., quedarían en una especia de limbo y espera por su nuevo presidente. Este escenario en el que caería los EEUU, sería el más indeseable y peligroso que el de la permanencia de Donad Trump en la presidencia de esa nación.
Ante esta situación tan clara y evidente, cabe hacerse la pregunta: ¿Qué es lo que persigue lograr el partido demócrata de esta contienda y enfrentamientos permanentes y personales durante 3 años de gobierno? ¿Ha sido la derrota de la señora Hillary Clinton tan dolorosa y dura, que justifica tal grado de esquizofrenia? Donald Trump ha demostrado estar con la democracia en Venezuela, y lo acaba de reiterar en su discurso en la ONU. No podría afirmarse lo mismo de la dirigencia del partido demócrata, la cual esta tan penetrada por el socialismo radical, que deja interrogantes y vacíos por aclarar, respecto a su tipo de democracia a practicar. “Amanecerá y veremos”