Maritza Landaeta: El futuro está en riesgo por mala alimentación
"El Estado debe garantizar programas de protección materno infantil"
Generaciones de niños con problemas de desarrollo cognitivo y físico serán el futuro de Venezuela en los próximos 20 años si el Estado no garantiza programas maternos infantiles, aseguró la doctora y miembro del consejo directivo de la Fundación Bengoa, Maritza Landaeta.
«Esto va a tener como consecuencia que más adelante no solo tengamos que darle comida a los niños, también estimulación y capacitación, por no haber podido cumplir con sus etapas de desarrollo adecuadas», expresó.
Según un estudio que realizó la organización en el 2017, el 33% de los niños menores de 2 años presentaban signos de retardo en su crecimiento, Landaeta señala que esta cifra puede haberse elevado en la actualidad principalmente por la falta de poder adquisitivo en los hogares.
La lactancia es esencial
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que los primeros 1000 días de vida son una etapa crítica en la que la alimentación es fundamental porque los niños reciben todos los nutrientes que necesitan para su desarrollo.
«Las alteraciones que se originan en ese período de la vida, pueden mañana conducir a que seas un obeso, un desnutrido con problemas de desarrollo, o un hipertenso. De allí que la OMS ha establecido que durante este período se debe proteger al niño y a la madre para garantizar que su crecimiento y desarrollo sea adecuado y armónico», comentó la investigadora.
Para la especialista, la mejor manera de combatir esta situación es a través de la promoción de la lactancia materna, acción en la que Venezuela tiene los índices más bajos del mundo.
«Darle el pecho al niño es asegurarle que va a recibir todos los nutrientes que necesita para su alimentación por los primeros seis meses. En el caso de la mujer venezolana, es la alternativa perfecta para lidiar con la crisis y evitar adquirir alimentos sustitutos», señaló.
La leche materna tiene todo los ácidos esenciales que el niño necesita para que su desarrollo neurológico se cumpla adecuadamente.
El hecho de que la dieta de la madre no sea la indicada, no incide en la alimentación del bebe que, además, le ayuda a crear anticuerpos y a contraer infecciones por ser aséptica.
¡No hay que inventar!
Para paliar la crisis económica los ciudadanos han aprendido a reinventarse creando nuevas recetas a partir de los productos de temporada o que esté a precios bajos.
En oportunidades esto ha sido contraproducente en lo que se refiere a los niños entre los 0 y 2 años pues hay madres que toman como una opción preparar teteros con ingredientes que no son regulares.
«Le están dando a los niños recién nacidos cualquier brebaje, desde el agua donde cocinan la pasta, hasta la de la yuca, lo que resulta realmente tóxico para un niño tan pequeño que puede terminar deshidratándose por diarrea u otras enfermedades», denunció Landaeta.
La coordinadora de investigación de la Fundación Bengoa, agregó que otro factor determinante para la mal nutrición en el país también se debe al desconocimiento. «El venezolano está acostumbrado a comer lo básico como el pollo y la carne».
Vayase al mercado y compre lo más barato
Sugiere que las mujeres embarazadas pueden consumir sardinas, verduras y frutas, invirtiendo en un presupuesto menor. «Al comer sardina, pueden tener todos los nutrientes y proteínas que necesitan, como el calcio», aseveró.
Peligro de anemia
La mala alimentación no solo puede tener como consecuencia la desnutrición crónica, también otro tipo de enfermedades como por ejemplo, la anemia, una afección que para Landaeta «se ha convertido en un problema de salud pública».
Con la anemia la hemoglobina se disminuye en los glóbulos rojos que son los que se encargan de suministrar el oxígeno a los tejidos y además proporcionar el hierro.
Si una persona no consume vitaminas, minerales y nutrientes como el hierro, la vitamina B12 o el ácido fólico está en riesgo de padecer esta enfermedad.
«Lo que se está distribuyendo a través del programa de alimentación del Cómite Local de Abastecimiento y Producción (Clap) son, básicamente, carbohidratos que en su mayoría no son producidos en Venezuela y no cumplen con la normas sanitarias correspondientes», denunció la especialista.
De acuerdo a sus conocimientos, el alto consumo de este tipo de productos hacen que la población esté en riesgo de convertirse en anémica. Landaeta indicó que es por ello que cada vez es más notoria la palidez en los ciudadanos.
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