Según la Fundación Alzheimer de Venezuela (FAV), hay al menos 180.000 personas en el país que padecen esta enfermedad. Los familiares no solo deben lidiar con la demanda de atención que requieren quienes tienen esta patología, también deben sortear los obstáculos que implica la escasez de medicamentos y lo saltos costos.
Al igual que los pacientes crónicos, quienes tienen Alzheimer debían asistir al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss) para adquirir los fármacos que necesitaban, donepezilo y mematina, pero los mismos presentan un 90% de escasez.
Pese a que con fármacos no se impide el avance de la enfermedad, se logra evitar que la misma cause deterioros irreversibles y hace que el afectado tenga una condición mucho más estable.
Acciones violentas, ansiedad e intranquilidad son las consecuencias de no cumplir con el tratamiento de psicotrópicos que varía dependiendo del caso. Para ofrecerle calidad de vida a su familiar, muchas personas han optado por salir del país a comprar la receta o pedirle a quienes se encuentran en el exterior que se las hagan llegar.
«El Alzheimer es un problema de salud pública, uno de cada siete venezolanos mayores de 60 años está afectado con demencia y por ello hay que tomar conciencia al respecto», señaló la doctora Mira Josic, presidenta de la FAV.
Según Josic, quien lidió con la enfermedad de su madre durante 12 años, aseguró que lo más importante que debe conocer la sociedad es que hay manera de detectar la enfermedad y realizar actividades que retrasen el avance de la misma.
Es necesario que el paciente haga actividades al aire libre y mantener contacto con otras personas, esto hace que sea más llevadera la condición
Olvidar constantemente direcciones, nombres, fechas, entre otros, es uno de los primeros síntomas a los que se debe prestar atención y por ello es recomendable realizarse una evaluación neuropsicológica.
Es indispensable que las personas que tienen Alzheimer tengan un cuidador qué pueda dedicarle su atención durante las 24 horas del día y que además cuente con una preparación previa porque es una actividad que desgasta, según la directora de la FAV.
“El cuidador queda devastado, no tiene tiempo libre, es un trabajo a tiempo completo. Hacer esta tarea exige una alta demanda de energías. Es un trabajo que no se puede llevar una sola persona”, comentó Josic.
«Hablemos de demencia»
Cada 21 de septiembre se reconoce el Día Mundial del Alzheimer, fecha elegida en 1994 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el objetivo de crear conciencia y educar sobre esta enfermedad en la que la capacidad cerebral se va deteriorando de manera progresiva ocasionando la pérdida de memoria.
Desde su creación, hace 30 años, la FAV, en conjunto con la OMS, han venido realizando cursos, talleres y conferencias dirigidas tanto a pacientes como familiares para entrenarlos y capacitarlos al respecto.
Todos los años se impulsa una campaña en la Región de las Américas y en esta oportunidad se trata de «Hablemos de demencia». Con ella buscan abordar el tema y motivar a las personas a educarse.
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