El respaldo a Juan Guaidó es vital
He leído y escuchado sobre diversas críticas y rechazos a Juan Guaidó como líder de la oposición en esta lucha veinteañera del pueblo democrático de Venezuela, contra la aberrante dictadura que se tomó el poder ilegítimamente y después de 20 años de fracasos persiste en gobernar como una dictadura penetrada por factores irregulares y delictivos que nada positivo aportan a nuestra nación.
Por el contrario la han destruido en su economía, en su seguridad ciudadana, en su sistema educacional, en su sistema de atención a la salud, en su sistema de servicios básicos, en su fuerza laboral, en su organización como sociedad integral, en sus principios básicos de convivencia, en sus relaciones internacionales, en sus Valores Para Vivir.
Es decir, cuando recuperemos al país, lo cual sin duda alguna será una realidad; solo quedaría un cascarón vacío; el cual tendremos necesaria y obligatoriamente que rellenar y organizar de nuevo para reintegrarnos al sociedad evolutiva mundial, cuya ruta hemos perdido por completo a un costo económico, físico, moral, cultural incalculable, que tendremos que reponer los verdaderos demócratas de Venezuela.
Y no me refiero a los militantes de partidos políticos que votan, ni a los que apoyan a partidos políticos corruptos de tendencia dictatorial; me refiero a los ciudadanos que respaldan cabal y responsablemente a la democracia seria, responsable, honesta, moral, diligente, defensora de los derechos humanos, defensora de la ley ciega, defensora de la libertad de expresión, etc..
A esa democracia integral y real, es la que defiende Juan Guaidó por mandato de las leyes venezolanas y de los partidos políticos que se agrupan detrás de la denominada oposición democrática, que ha exigido el cese de la usurpación del régimen dictatorial que preside el señor Nicolás Maduro.
Me resisto a creer que las críticas a Juan Guaidó y al grupo político ejecutivo que le respalda y ayuda en el logro de la gran responsabilidad que le ha tocado cumplir, como nuevo líder de la oposición, provenga de ciudadanos venezolanos demócratas a carta cabal, puesto que la gran mayoría de estas críticas, más bien pareciera que provienen de los laboratorios políticos del marxismo leninismo ruso/cubano, para intentar desacreditar al sector democrático que aúpa y pide el retorno a la democracia.
Lamentablemente, muchos venezolanos caen en tales trampas y se hacen eco de las diferentes y múltiples críticas dañinas, entre las cuales hasta se señala que Juan Guaidó estaría contribuyendo y colaborando voluntariamente con la marco dictadura, para que esta permanezca y continúe en el poder. Otros más atrevidos e ignorantes, pretenden hacer ver a Juan Guaidó ver como un aspirante a convertirse en dictador, una vez que se logre el cese de la usurpación.
Los partidos políticos que respaldan la democracia en Venezuela, ante la andanada de críticas que han surgido repentinamente contra Juan Guaidó, como presidente de la Asamblea Nacional y como presidente interino de Venezuela, le han dado un voto de confianza a su gestión, para que siga adelante en sus vitales funciones. Ese ha sido un gesto inteligente, que debería se aplaudido, de parte de tales partidos políticos.
En esta lucha titánica, inédita y controversial como la que vivimos hoy los venezolanos, no se puede exigir a la oposición perfección ni obligarla cumplir con fechas prefijadas; puesto que el narco régimen, se ha atornillado muy bien en el poder, apoyados firmemente por fuerzas foráneas e inescrupulosas, radicales, muy comprometidas con graves delitos, nada fáciles de obviar que en una gran parte de sus líderes, tendrán que pagar con cárcel. Tampoco se debe intentar debilitar a la oposición por corrupta, débil, ni perezosa, puesto que bastante se ha arriesgado y muchos de sus líderes están siendo perseguidos, encarcelados, torturados, por defender la democracia. Es desde todo de punto de vista, es injusto e inaceptable que se les siga exigiendo más de lo que estarían en capacidad de ofrecer y lograr. Por ello, es muy importante que se les apoye y estimule al máximo, para multiplicar esos esfuerzos y sacarles el máximo provecho posible. La causa no está perdida, ni estará perdida, mientras estemos claros y dispuestos a ayudar y razonar positiva y justamente. Cambiar de liderazgos con relativa frecuencia ha sido una de las grandes fallas que ha tenido la oposición durante esta veintena de años.
Debemos terminar de aceptar y entender de una vez por todas, que no se trata de una lucha interna aislada de los partidos políticos de Venezuela. Se trata de una lucha mucho más amplia e importante que abarca muchos y diversos tipos de intereses; entre los cuales se ubican los: a) económicos, b) petroleros, c) políticos regionales, d) los geo políticos a nivel mundial, e) los del narcotráfico, e) los de las guerrillas, f) del terrorismo, g) de la minería, y h) de la seguridad y paz regional de América.
Es esencial y fundamental, que para lograr la unidad por la que tanto se ha luchado y vuelto a fragmentar una y otra vez; al fin se logre y consolide, como una necesidad vital y primordial, para sacar a la dictadura del poder tan pronto como sea posible. Sin esa unidad férrea; muy a pesar de los errores que se cometan, sería imposible lograrlo, puesto que no solo se trata de sacar a un gobierno del poder. Se trata de desmantelar una enorme banda delincuencial que se ha apoderado de Venezuela y solo les interesa defender sus intereses económicos, políticos, delictivos, terroristas y supremacistas, que ya han penetrado en Venezuela y desean seguirla explotando, hasta exprimirla sacando todo el provecho de ésta. No descartemos el uso militar de Venezuela, por Rusia, China, Corea del norte e Irán para posicionarse estratégicamente con fines evidentemente bélicos, en la región americana, en un intento real de debitar así la defensa militar de los EEUU. “Amanecerá y veremos”.