Impasse entre Macron y Bolsonaro pone en jaque al acuerdo UE-Mercosur
Habrá que esperar a ver si se establecen mecanismos diplomáticos que permitan subsanar esta crisis
20 años de negociación que finalmente llevaron a un acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercado Común del Sur (Mercosur) podrían perderse irremediablemente debido al enfrentamiento ocurrido en medio de la reunión del Grupo de los 7 celebrada esta semana en Biarritz, Francia.
«En estas circunstancias, Francia se opone al acuerdo con el Mercosur»
Leo Varakdar, primer ministro de Irlanda,
Este convenio de apertura comercial, que beneficia a unos 800 millones de consumidores y representa casi una cuarta parte del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, podría quedar en suspenso debido a la cantidad de ofensas o insultos que intercambiaron los presidentes de Francia, Emmanuel Macron -anfitrión de la Cumbre del G-7- y de Brasil, Jair Bolsonaro.
La polémica comenzó cuando Macron amenazó con romper el pacto comercial, al asegurar que su homólogo brasileño mintió durante la cumbre del G-20 en Osaka sobre sus compromisos ambientales, solo para convencer a Francia de firmar el documento que pondría en marcha un intercambio comercial en condiciones muy ventajosas para los integrantes de ambos bloques.
Por su parte, Bolsonaro contrataatacó al acusar a Macron de inmiscuirse en el tema del incendio de la Amazonía para obtener «beneficios políticos». A pesar de esta diatriba, el G7 aprobó 22 millones de dólares para combatir el incendio que durante las últimas semanas arrasa con el pulmón vegetal del planeta. Dichos recursos fueron rechazados este martes por el gobierno de Brasil.
Mientras esto pasa, las economías de ambos bloques sufrirán las consecuencias de que este acuerdo entre en un proceso de inercia. El principal beneficio para la UE en este marco sería, además de la reducción de 4.550 millones de dólares en aranceles, incrementar significativamente las ventas de vehículos automotrices y autopartes en el mercado del sur. Argentina, Brasil, Uruguay y Brasil tendrían preferencias paras las exportaciones de sus productos agrícolas; siendo los dos primeros países los que ganarían más con este acuerdo comercial.
No obstante, para hacerse efectivo este pacto comercial se requiere de unanimidad del Consejo y del Parlamento Europeo, así como del visto bueno de los parlamentos nacionales del Mercosur. Esto luce cuesta arriba si se toma en cuenta que Francia tiene mayoría en las instancias decisorias del viejo continente y, por los momentos, no tiene intenciones de poner su rúbrica en el documento final. Por su parte, las declaraciones y actuaciones de Bolsonaro no ayudan en nada a calmar los ánimos.
Habrá que esperar a ver si se establecen mecanismos diplomáticos que permitan subsanar esta crisis, de manera que ambos bloques puedan hacer realidad un acuerdo que podría impulsar positivamente las economías de países como Argentina, que enfrenta una recesión y una crisis política severa.
