“Una vida muy traumática y triste” aseguró tener Valentín López, un señor de 68 años que vive con su esposa e hijas, es paciente oncológico y su único ingreso es la pensión.
El empleado del Ministerio para la Salud decidió retirarse en el año 2010 con la ilusión de disfrutar de su tiempo, comerse un dulce con su familia, salir a caminar y descansar luego de haber cumplido el tiempo reglamentario de trabajo. Sin embargo, la realidad para Valentín fue otra y la escasez de medicinas e imposibilidad de comprar alimentos lo alcanzó.
Luego del diagnóstico de cáncer y la operación a la que se sometió, Valentín debe llevar una dieta balanceada estricta con frutas y vegetales, pero indicó que con la cifra de 40.000 bolívares que recibe cada mes se le hace imposible mantener la nevera llena.
Poco puede resolver mediante las cajas del Comité Local de Abastecimiento y Producción (Clap), pues solo reciben una, que afirmó estar incompleta, y son al menos cuatro personas en su casa. Esto lo ha llevado a que después de quince días comience a estar vacío el estante y tenga que esperar mes y medio a que llegue la siguiente bolsa.
Valentín López, pensionado.
Antes me compraba medio cartón de huevos que valía 12 mil bolívares y comía eso con arroz o un paquetico de harina pan. Eso no te alimenta, pero te llena.
La medicina más importante para Valentín es el Tamoxifeno. Anteriormente, el pensionado podía cumplir su tratamiento mediante un amigo de su hija que le traía las medicinas desde México y esto desapareció cuando comenzaron a decomisarle los insumos en el aeropuerto, por lo que tuvieron que optar por ir a organizaciones y hospitales en el país a «tener suerte».
Valentín también se vio afectado por los servicios públicos y tiene que compartir leña con sus vecinos en Santa Lucía del Tuy para poder cocinar debido a que no reciben gas. Para esto, han organizado horarios en su edificio en los que cada propietario baja con sus utensilio para hacer sus comidas.
El apoyo moral ha sido muy fuerte para el jubilado por parte de sus familiares que lo ayudan en la medida de lo posible con “uno o dos paqueticos de arroz o lenteja”, puesto que para él es imposible salir a “rebuscarse” por el proceso degenerativo que tiene en la médula ósea que le genera dolor en los huesos.
“Un poquito más de atención hacia las personas de la tercera edad y protección a los niños que mueren en los hospitales” es lo que le pide Valentín López al Estado venezolano.
«Perdimos la cuenta de las protestas»
Marchas, entrega de documentos, manifestaciones y un sinfín de acciones de calle han hecho los jubilados y pensionados para ser escuchados desde el año 2013, cuando notaron que la realidad les comenzó a pegar en el bolsillo y los llevó a padecer de cerca la crisis en el 2019.
Luis Cano, coordinador del Frente Amplio Unidos en Defensa de los Jubilados y Pensionados, destacó que la lucha de los adultos mayores está centrada en pedir que se respete la Constitución y que el monto del salario se fije con referencia a la canasta básica.
Actualmente los hijos de Cano se encuentran fuera de Venezuela e indicó que logra sobrevivir mediante las remesas que ellos le mandan.
Luis Cano, coordinador del UFAJUP.
Veo que nos estamos acostumbrando y en mi caso yo no tendría problema porque yo ya tengo 70 años y aspiro llegar a los 100, pero tengo unos nietos que se me fueron, que no los veo.
El atraso del pago de la pensión, solicitud por parte de las entidades bancarias que lleven un billete de 10.000 bolívares para entregar uno de 50.000 bolívares, largas colas, escasez de efectivo y más irregularidades tienen que someterse los jubilados para poder ser remunerados por los años de servicio que prestaron a Venezuela.