Industrias del vestido y calzado reportan grave déficit productivo
La empresa manufacturera trabaja por debajo del 25% de su capacidad instalada
Las presiones del Gobierno central al sector privado en medio de una crisis económica sin precedentes en la historia del país, mantienen al sector manufacturero en caída libre en términos de productividad, inversiones y nivel de ventas.
Es el caso de las industrias del vestido y del calzado, un rubro poco demandado por los venezolanos que padecen una caída vertiginosa de su poder adquisitivo, como consecuencia de alto índice de hiperinflación, y que aseguran deben priorizar la compra de alimentos con sus escasos ingresos, sobre otras necesidades como la vestimenta o el entretenimiento.
Según el reporte presentado por el presidente de la Cámara Venezolana de la Industria del Vestido (Cavediv), Roberto Rimeris, la empresa manufacturera trabaja por debajo del 25% de su capacidad instalada, lo que atribuye a la falta de seguridad jurídica, personal y confianza en el país.
En entrevista a Unión Radio, el representante de Cavedic sostuvo que, actualmente, se encuentran registradas 20 empresas dedicas a este ramo a nivel nacional e indicó que la caída de este sector supera el 80%.
Igualmente, el representante del sector precisó que el cierre de industrias y comercios es consecuencia de las por políticas económicas “agresivas” impuestas por el Ejecutivo nacional, entre las que destaca el pago de impuestos, la cancelación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) cada siete días, el impuesto a los grandes patrimonios (IGP) y la falta de planes que den sustento al sector.
Rimeris detalló que las pequeñas y medianas empresas (Pymes) constituyen el mayor número de agremiados a esta industria textil, lo que a su juicio, hace cuesta arriba que los comerciantes puedan garantizar seguridad en el ámbito laboral y de producción.
En Venezuela, las Pymes constituyen el sector más golpeado de la industria por las circunstancias económicas actuales. La Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria) señala en su última Encuesta Cualitativa de Coyuntura Industrial que el 90% de los consultados en la mediana empresa
y un 80% de los representantes de la pequeña, registraron una disminución en sus niveles de empleo durante el segundo trimestre de 2019, mientras que casi la mitad de los industriales reporta una fuga de talentos superior al 10%.
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La cifras se evidencian, igualmente, en la industria del calzado. Según reportes de la Cámara de la Industria del Calzado y Componentes (Cavecal), el sector tiene más de 80% de capacidad ociosa.
Su representante, el empresario Luigi Pisella, ha indicado que el consumo per cápita en cuanto a calzado, en un país que no atraviese una crisis económica, oscila entre dos y 14 pares por habitante al año. Sin embargo, en Venezuela se encuentra en 0.5, que corresponde a la cantidad mínima.
Pisella coincide en que la fuerte caída en la producción obedece, además de la crisis económica, a factores como el alto cobro de impuestos, lo que ha incrementado la importación de calzado y conduce a que los costos de la producción nacional sean más elevados.
En general, la industria venezolana opera a un 19% de su capacidad instalada. La improductividad del sector manufacturero es reflejo de la situación económica del país, marcada por una espiral hiperinflacionaria y la caída del consumo más grave registrada en su historia.