Pueblo fantasma
Isaías A. Márquez Díaz
Puesto que “demasiada gente está abandonando a Venezuela, Venezuela va a ser un pueblo fantasma”, auguró el presidente Trump. Tal concepto se da a un núcleo de población que, por alguna razón, quedó abandonado y no cuenta con moradores permanentes, conservando su topónimo, la tradición oral, escrita o física de su existencia (ruinas). Trátase de un abandono muy relacionado con epidemias, hambre, guerras, crisis socioeconómicas, catástrofes y/o coacción política social y religiosa, tal y como podríamos pbservar en algunos sectores de La Habana vieja, avenida d’ Italia, barrrio San Lázaro y Marianao (Cuba). En el Distrito Capital: Carmen de Uria y Tanaguarena tras los deslaves de Vargas, dic 1999. También nos viene a la memoria aquellos pueblos del Lejano Oeste abandonados tluego de la minería del oro. O, las causas de la Emigración a Oriente, el 7/7/1814, cuando la población caraqueña tuvo que emigrar a Oriente, por Petare, debido a la derrota de los patriotas en la Batalla de La Puerta (15/6/1814) San Juan de los Morros, porque Bolívar estimó que las huestes realistas podían presentarse en los recintos de la ciudad capital, y prever una resistencia más o menos larga y sostenida. Hoy por hoy, la desolación a todos los niveles, origen del éxodo, proviene de un demonio, análogo a un Kaposi, denominado castrocubano, cuya existencia se evidenció desde los aciagos 4F92 y luego, el 29N92, siempre mediante trabajo velado y subterráneo como los roedores, que, una vez instalados de gobierno, impusieron un aurtoritarismo criminal, dando origen a la problemática sociopolítica actual que, mes a mes se enrarece, sin visos de salida de la misma, asunto que está desalentando a la población por inercia aparente de algunos líderes de la oposición.