El horario especial que implementó el gobierno nacional para las actividades laborales en los sectores público y privado, desde las 8:00 am hasta las 2:00 pm, ha causado estragos en el desarrollo del año escolar, aunque voceros oficiales aseguran lo contrario.
Las instituciones educativas se apegaron de manera obligatoria a esta medida puesto que en ellos hay un consumo de energía mayor al de los hogares. Sin embargo, en algunos casos el Ministerio de Educación permitió no alterar la jornada si el uso de la luz artificial no es necesario.
Este es el caso de la Unidad Educativa Luisa Goiticoa, en la que los salones de clase están ubicados alrededor de un gran patio que les permite cumplir su jornada sin necesidad de usar la luz.
Para el abogado y coordinador general del Centro Comunitario de Aprendizaje (Cecodap), Carlos Trapani, «este decreto indefinido demuestra que la educación no está considerada como un área esencial para Nicolás Maduro» pues no se han tomado en cuenta los efectos que tiene esta medida en el aprendizaje de niños, niñas y adolescentes.
Hay colegios públicos en los que los turnos que comprenden de cinco a seis horas, ahora son de tres. Ese corto tiempo debe ser utilizado por los docentes para cubrir los contenidos establecidos por la ley.
Según la información que maneja Trapani, «quienes se ven más afectados son los alumnos del horario vespertino, pues se hace un recorte abrupto a su jornada y los profesores deben utilizar media mañana para impartir las clases».
Una situación que causa alarma a los profesionales de la educación, es la posibilidad de la pérdida del año escolar porque, a pesar de que se han buscado alternativas enviando guías y trabajos vía correo electrónico, no todos los estudiantes logran tener dominio de los contenidos.
Camila Andrade, maestra de sexto grado del mencionado colegio, señala que sus alumnos se han quejado porque no entienden algunas de las tareas. «En lo que respecta a Matemáticas, algunos niños no entienden y se sienten abrumados porque el próximo año empezarán bachillerato», dijo la docente.
El coordinador general de Cecodap opina que: «Es muy difícil que se cumpla el año escolar que establece la Ley Orgánica de Educación. El año escolar está perdido, porque no solo se suman los asuetos abruptos decretados por el Ejecutivo como lo ocurrió en Carnaval, también se suma la reducción de la jornada laboral, todas las suspensiones de clase por el corte eléctrico».
No hay respuesta
Este nuevo tipo de jornada laboral y educativa entró en vigencia de manera oficial el 1º de mayo y se implementó a raíz de las fallas en el servicio eléctrico que comenzaron a agravarse desde el pasado mes de abril. El nuevo horario hasta los momentos es indefinido.
Aristóbulo Istúriz, ministro de Educación, anunció un cambio en el cronograma escolar «para recuperar el tiempo perdido» por lo que las clases del período 2018 – 2019 finalizarán entre el 25 y 26 de julio.
Sin embargo, Trapani asegura que: «Más allá de algunas declaraciones no hay ninguna política, programa, lineamiento, orientaciones o planes especiales para atender esta contingencia. Es una suspensión que se anuncia y no se toman en cuenta otras variables como los que estudian en la tarde, cómo hacen los padres para poder cuidar a los niños mientras se encuentran en el trabajo».
Es decir, las unidades educativas están manejando esta situación según la medida de sus posibilidades y hacen un gran esfuerzo porque el aprendizaje de los niños no se quede estancado.
Este hecho causa extrema preocupación en la sociedad venezolana pues los niños son el futuro. «La educación es vital para el desarrollo de un país, es el punto de apoyo para crear ciudadanos conscientes, emprendedores, responsables. La educación es el antídoto contra la pobreza, es el antídoto contra la violencia», manifestó el abogado.
La falla en los servicios como el suministro de agua potable, el funcionamiento del transporte y la distribución de los programas de alimentación que son un agregado a esta situación que dificulta que los planteles públicos y privados mantengan sus puertas abiertas pese al esfuerzo de su personal docente y administrativo.
