El Chavismo y Al-Assad
Eduardo Soto Álvarez
La verdad, es que no es de extrañar, que el Canciller chavista, se derrita en zalamerías, al ser recibido, el jueves pasado, por Bashar Al-Assad.
Los dos países fueron prósperos y hoy están destrozados, uno por la guerra y el otro por el chavismo; ambos regímenes empezaron con el siglo y los dos se mantienen en el poder con elecciones trucadas.
Ambos son detestados por la mayoría de la comunidad internacional; Estados Unidos y la Unión Europea, han solicitado la renuncia de los dos mandatarios y ambos sátrapas cuentan con el padrinazgo común de los rusos.
Los dos regímenes son militaristas, sobreviven por el apoyo castrense y son corruptos hasta la médula.
Ambos son totalitarios, de partido único, pisotean los Derechos Humanos, practican el victimismo y han conducido a sus pueblos al mayor de los desastres que hayan conocido en su historia.
Ante semejante cúmulo de coincidencias, el Canciller itinerante, no puede menos que prorrumpir en tal catarata de alabanzas, toda una joya del género, que hubiese merecido especial mención, en el libro de Edecio La Riva, Elogio a la Adulancia.
Seguramente, van a tener otro elemento común en un futuro próximo, pues a ninguno de los dos regímenes le va a gustar ni pizca, la manera en que serán recordados por la historia.