Un país con la psiquis destrozada
Roberto Carlo Olivares
Las personas en Vzla prefieren mentirse y vivir ciclos de esperanza que aunque sean cortos, son intensos.
Es la misma estrategia de los adicto-dependientes, adrenalina a millón y gratificación instantánea (no obstante la euforia pase al poco tiempo)
En Vzla esos ciudadanos ya no son la mayoría, pero sí un segmento importante de la población.
Esa actitud es comprensible y hasta natural en el ser humano, producto del instinto de supervivencia y conservación.
Lo que no es natural (y en este aspecto el caso venezolano es atípico) es seguir creyendo y colocando las esperanzas en los mismos políticos y personajes, que te han traicionado en múltiples oportunidades.
Sobre todo la identificación emocional enfermiza que se suscita en Vzla entre el político -mesías salvador- y los ciudadanos, que terminan actuando como súbditos delirantes e irracionales.
El problema más grave es la manipulación psicológica y mediática que ejercen: periodistas, analistas, influencers, políticos, etc; que defienden a ultranza el STATUS QUO:
La mayoría lo hace obviamente por prebendas o remuneraciones económicas, muy pocos por ideología o verdadera convicción.
En mi caso particular me he mantenido al margen de partidos políticos y empresas comunicacionales, siempre he sido periodista independiente.
De hecho me jacto de tener fieles seguidores con los que he mantenido contacto desde mis pininos hace 12 años, cultivando calidad y no “cantidad.”
No digo lo que la gente quiere escuchar para ganar seguidores, ni me dejo llevar como una veleta a cualquier lado por muy fuerte que soplen los vientos.
Platón decía que “la honestidad suele generar menos ganancias que la mentira.”
Tampoco soy psicólogo, pero en mi condición de periodista y analista político llevo más de una década lidiando mediante un “feedback” continuo, y a través de una interacción constante, con ciudadanos de todas las creencias, credos, ideologías, religiones, razas; etc.
Los más llamativo es que cuando digo lo que quieren escuchar, leer o creer; me felicitan y se alegran…
Pero cuando afirmo algo que les molesta porque perturba sus esperanzas a corto plazo, o su intento de “gratificación instantánea”; me insultan y vilipendean de mil formas y maneras.
Muchos han llegado hasta el punto de maldecirme, desearme la muerte o amenazar mi integridad física.
Lo peor de todo, es que negarse la realidad, no los hará inmunes de sufrir las consecuencias de esa misma realidad.
Causa y efecto como ley universal, es imposible de negar o manipular.
En conclusión:
Aunque mañana USA intervenga militarmente a Vzla, libere a nuestra patria y ponga fin al GENOCIDIO; la recuperación emocional de los ciudadanos venezolanos será muy lenta y complicada.
Los seres humanos somos complejos y muchas veces irracionales, hoy en día vemos como en Vzla opinar y diferir de Guaidó, es un pecado mortal para un vasto segmento de la población.
Tantos años de mentiras, burlas, engaños, fraudes, asesinatos, muertes, torturas, desesperanzas, manipulaciones, persecuciones, exiliados, suicidios, desmembramientos familiares; etc:
Han destrozado la psiquis y la tolerancia emocional del país completo.
Sin duda alguna son variables poco mencionadas pero preponderantes, dado que la destrucción de Vzla no ha sido únicamente económica, sino también psicológica, espiritual y emocional.
“Los grandes espíritus siempre han encontrado oposición violenta de mentes mediocres.” -Albert Einstein-
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