Sembraron dos fusiles y una granada al abogado Roberto Marrero
Dos fusiles y una granada sembraron funcionarios del Sebin al director del Despacho de la Presidencia (e) de Venezuela, Roberto Marrero, tras allanar su vivienda, y la del diputado de la Asamblea Nacional, Sergio Vergara, por más de tres horas la madrugada de este jueves 21 de marzo.
A las 2.24 am inició el procedimiento violento en la residencia del Parlamentario, ubicada la urbanización Los Naranjos de Las Mercedes, en la ciudad de Caracas.
Así quedó la residencia de Roberto Marrero luego de ser allanada. 7.37 AM pic.twitter.com/3kYZmjBAh6
— Maiker Yriarte Oliveros (@maikeryriarteo) March 21, 2019
“Rompieron la puerta de mi casa, cuando entraron los dos primeros funcionarios, que me apuntaron con unas pistolas, les dije que yo soy diputado de la Asamblea Nacional y tengo inmunidad parlamentaria. Me tiraron al piso, y allí me mantuvieron con la cabeza hacia abajo mientras revisaban la casa y violentaban un clóset. Les pedí una y otra vez que entendieran que el proceso que estamos llevando, que es un proceso pacífico, lo que busca es liberar a toda Venezuela”, narró Vergara.
#21Mar Así quedó la residencia de Roberto Marrero, jefe de despacho de Juan Guaidó, luego de que funcionarios del Sebin allanaran su propiedad y se lo llevaran detenido. Sigan nuestra transmisión #NoticiasEnVIVO por #VIVOplay: https://t.co/1QcPa6bsXs pic.twitter.com/gIGvyiGKYM
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Dijo Vergara que más de 15 hombres encapuchados fueron los que entraron a su residencia; mientras una mujer grababa el allanamiento. De igual manera refirió que tiempo después ingresaron dos fiscales del Ministerio Público a quienes identificó como Farid Mora y Dinora Bustamante.
El diputado destacó que durante el “ilegal procedimiento”, los funcionarios le preguntaron si sabia dónde vivía Roberto Marrero, lo cual no respondió.
“Después de que salieron de mi casa comenzaron a golpear la puerta de la vivienda de Roberto Marrero, que está a unos cuantos metros de mi vivienda, hasta que lograron ingresar. Cuando se llevaban a Roberto, él me gritó que le habían metido dos fusiles y una granada, ellos lo mandaron a callarse. Le dije que tuviera mucha fuerza”.