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Periodistas bajo amenaza: Gobierno arrecia mientras crece la presión (II)

Los periodistas en Venezuela se han convertido en blancos de agresiones, detenciones, víctimas de robos a sus materiales de trabajo y hasta la salida de la parrilla informativa en radio y televisión de programas con larga trayectoria informativa.

El Comité de Protección de Periodistas, encargado de brindar apoyo a comunicadores en las denominadas “zonas de guerra”, ha manifestado en reiteras ocasiones su preocupación por el deterioro de la situación en el país caribeño.

Hasta 13.000 periodistas del mundo se acreditaron en Cúcuta para dar cobertura al fallido ingreso de la ayuda humanitaria en el territorio venezolano el pasado 23 de febrero.

Diferentes reporteros declararon la travesía que tuvieron que enfrentar en la frontera colombo-venezolana, donde el solo hecho de estar identificados como periodistas colocaba su vida en manos de fuerzas civiles armadas no identificadas.

Reporteros dijeron haberse sentido como “fugitivos” por el trato al que se veían sometidos en la frontera binacional, algunos de ellos heridos de perdigones y víctimas de robos de material informativo.

Solo entre el 22 y 23 de febrero de 2019 la periodista tachirense Judith Valderrama confirmó 21 ataques a periodistas y gente de medios de comunicación nacionales y extranjeros. En un trabajo titulado “Las 48 horas dantescas de la prensa en la frontera”, publicado en el Diario de Los Andes.

Por su parte, la periodista Adriana Núñez Rabascall, publicó su relato en el sitio web Prodavinci. Allí documentó como pudo refugiarse y huir de los civiles armados en San Antonio. En paralelo, una reportera de medios internacionales expresó que también el 23 de febrero debió permanecer escondida durante cuatro horas en una casa de la población fronteriza de Ureña.

El gobierno venezolano liderado por Nicolás Maduro, catalogó como “show mediático” los hechos de la frontera. Extraoficialmente se supo que muchos de los reporteros que regresaron al país, no pudieron emitir en sus medios incluso más de la mitad del contenido periodístico que recabaron, debido a presiones de censura.

32 detenidos y sumando

Solo dos meses han transcurrido del año 2019, pero en Venezuela las cifras de periodistas detenidos parecen sacadas de un recuento de más de un año.

Solo en el mes de enero el ejercicio del periodismo fue vulnerado al menos unas 11 oportunidades, 7 de ellas a periodistas extranjeros sometidos por los cuerpos de seguridad del Estado y por simpatizantes oficialistas.

“Aquí no hay detenciones arbitrarias”, aseguró el mandatario Nicolás Maduro, en una entrevista transmitida el 3 de febrero por el canal español La Sexta. Maduro catalogó de “montajes para magnificar” la situación lo sucedido, y además dijo en el país hay “pleno ejercicio de la libertad de expresión”.

Contrarias a las declaraciones del líder del PSUV, muchos han sido los casos profundamente documentados donde la libertad de expresión, se ha visto envuelta en situaciones de amedrentamiento.

Tal es el caso de los periodistas Pierre Caillet y Baptiste des Monstiers, junto a Rolando Rodríguez, quienes fueron detenidos el 29 de enero mientras cubrían la vigilia convocada por el gobierno de Nicolás Maduro en el Palacio de Miraflores.

Caillet y des Monstiers, que trabajan para el programa Quotidien de la televisora francesa TMC, realizaban tomas en la sede del Ejecutivo nacional, cuando fueron detenidos por funcionarios de la Brigada de la Guardia de Honor Presidencial (BGHP).

Tras pasar 48 horas detenidos arbitrariamente en la sede del Sebin, se supo a través del embajador de Francia en Caracas, Romain Nadal que los periodistas fueron liberados el día 31 de enero. Tiempo después se conoció sobre su deportación.

Otro caso, fue registrado el miércoles 30 de enero, cuando los periodistas colombianos Mauren Barriga y Leonardo Muñoz, y el español Gonzalo Domínguez, de la agencia colombiana de noticias EFE, fueron detenidos por el Sebin.

Leonardo Muñoz, fotógrafo, y el motorizado venezolano que lo trasladaba, José Salas, fueron detenidos en la calle cuando recorrían las protestas que fueron convocadas por el Parlamento venezolano. Más tarde, Mauren Barriga y Gonzalo Domínguez fueron arrestados en el hotel donde se hospedaban y trasladados a la sede del Sebin-El Helicoide.

Tras permanecer 12 horas detenidos, los tres periodistas fueron liberados el jueves 31 de enero en horas de la mañana, y llevados a la sede del Servicio de Identificación, Migración y Extranjería (Saime), en el centro de Caracas.

Los funcionarios pidieron disculpas por lo que aseguraron que la detención “fue un error”, según informó la agencia EFE.

A estos se le suman diferentes casos documentados, no solo en la capital sino también en estados donde ciudadanos realizaron manifestaciones y en las cuales se encontraban equipos reporteriles que posteriormente fueron apresados.

El cierre de emisoras de radio también se suma a las arbitrariedades registradas solo en el mes de enero.

El programa radial Alfredo Sigue, que conducía el ex-alcalde del municipio Iribarren, Alfredo Ramos, de lunes a viernes a través de la emisora Fe y Alegría, en el estado Lara fue sacado del espacio tras catalogar al líder del chavismo Maduro como “usurpador”.

A este caso se le suma el del periodista César Miguel Rondón, locutor de la emisora Éxitos 99.9 FM del Circuito Unión Radio, quien denunció a través de su cuenta de Twitter que el motivo por el que se ausentó en su programa radial del lunes 28 de enero fue la censura impuesta por Conatel.

El locutor informó que la decisión era predecible luego de que el 24 de enero la comisión prohibiera referirse a Juan Guaidó y mencionar los acontecimientos políticos y sociales ocurridos.

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Estos son solo algunos de los casos que se sucedieron en el mes de enero. Pero también existen, las detenciones realizadas a:

  • Osmary Hernández, corresponsal venezolana de CNN
  • Beatriz Adrián, corresponsal venezolana de Caracol
  • Osmary Hernández, corresponsal venezolana de CNN
  • Beatriz Adrián, corresponsal venezolana de Caracol
  • Mayker Iriarte de TV Venezuela
  • Ana Rodríguez de VPI TV
  • Rodrigo Pérez, chileno de TVN
  • Gonzalo Barahona, chileno TVN

Y aproximadamente 5 casos más, de detenciones arbitrarias solo en el mes de enero, donde el “crimen”  fue reportar e informar la realidad que se vive en el país caribeño.

Correspondientes al mes de febrero aproximadamente al menos 7 periodistas fueron detenidos por intervalos desde 2 hasta 8 horas en distintas sedes. Tras la detención a muchos se les decomisó el material informativo y equipos de trabajo.

Una de las violaciones tuvo lugar la noche del lunes 25 de febrero, cuando el canal hispano de Estados Unidos Univisión Noticias informó que un equipo periodístico de seis personas, liderado por su presentador principal Jorge Ramos, había sido retenido en el Palacio de Miraflores, a donde había llegado para una entrevista ya pautada con el mandatario Maduro.

Según fue narrado por el mismo Ramos, él y su equipo fueron retenidos alrededor de dos horas y medias en Miraflores, luego de que Maduro se levantara de la entrevista tras casi 17 minutos de conversación. Según Ramos, Maduro se molestó por sus preguntas sobre “la falta de democracia en Venezuela, sobre la tortura, los prisioneros políticos, sobre la crisis humanitaria que estaba viviendo”.

Solo una semana ha transcurrido del mes de marzo y ya tenemos el registro de otro reportero,  como lo es Cody Weddle, periodista extranjero número 26 secuestrado y deportado a su país.

Más amedrentamientos…

En los últimos días  la  censura por parte del gobierno de Maduro, como el bloqueo de medios digitales y la captura de periodistas a propósito de las consecuencias del apagón nacional  no ha parado.  Un claro ejemplo es el ocurrido con nuestra corresponsal  en el estado Carabobo  Heberlizeth González, quien el pasado 10 de marzo fue detenida y agredida por  la Guardia Nacional cuando cumplía con la  cobertura de una protesta a propósito de la falla eléctrica en esa entidad.

El otro caso es la detención del periodista y defensor de DDHH, Luis Carlos Díaz,  quien está detenido en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) ubicada en El Helicoide. El SNTP se pronunció  en ambos hechos:

 

 

 

Luego de que se diera a conocer la desaparición del comunicador social Luis Carlos Díaz, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), informó que habría sido detenido en un operativo conjunto del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Digcim).

 

 

Su compañera, Naky Soto informó en su cuenta en la red social Twitter que perdió contacto con Díaz “ a las 5:30 de la tarde de este lunes cuando se dirigía a su casa. Posteriormente denunció que fue allanada su residencia:

 

 

 

 

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