Economía

La Revolución

Analítica Research (AR): ¿Cuál es su opinión sobre la situación económica y política?

(%=Image(2779203,»r»)%)Francisco Faraco (FF): Creo que lo que estamos viviendo es la ejecución de una estrategia meditada, que está siendo progresivamente ejecutada por quienes están al mando. Desde mi punto de vista, en Venezuela hay una revolución política. La desaparición de los viejos partidos, la falta de relevancia de los viejos liderazgos, el desborde de ciertas «masas populares» y la retoma del papel de los militares como árbitros, actores y relevo del proceso; todo esto constituye un cambio político profundo. Aquí no se piensa en un relevo del poder a menos que sea un golpe militar, o con participación importante de este sector.

Que esta revolución se parezca en algo a las antiguas tiranías latinoamericanas es cierto, hasta ahora con diferencias en el comportamiento político. También se parece un poco al fascismo europeo, en cuanto a que el partido no es sino una banda callejera que no tiene ninguna importancia a los fines de lo que mantienen el mando. Hay que distinguir entre lo que es el mando y el gobierno. La cúpula militar tiene el mando, pero no tiene capacidad, por razones de su formación, para dirigir el gobierno. El barrer una clase dirigente, partidos, valores y figurantes de la sociedad además de su reemplazo por otros, constituye una revolución política, independiente de si esta tiene signo positivo o regresivo.

Desde el punto de vista social se intenta acabar con la burguesía doméstica. Para tener una idea sobre lo que hablamos y de acuerdo a unas cifras que me han mostrado, hoy en día los trabajadores bajo contratos formales en empresas auténticamente privadas nacionales, representan un porcentaje muy reducido del total del empleo. Es decir, la burguesía venezolana significa poco desde el punto de vista de la generación de empleo y de riqueza en el país.

Barrer la burguesía doméstica

Vivimos una gran paradoja. El hecho es que Chávez ha aceptado hasta ahora el código de conducta del mercado y en Venezuela no hay restricciones serías a las libertades básicas. En lo económico se podría decir que en el país existe una economía de mercado. Uno se pregunta por que ello es posible. Considero que en lo económico la revolución es más sutil que en lo político. La revolución en lo económico se orientó a propiciar que la burguesía venezolana dejara de invertir, lesionó los derechos de propiedad y ha estimulado a que el destino del excedente generado fuera Wall Street y no Venezuela, de manera tal que este sector se fuese minimizando.

Vamos progresivamente a la configuración de un sistema económico donde básicamente el Estado y en segundo lugar los «hombres de trabajo», como los llamaba el gomecismo, sin poder político, tendrían peso. Los «hombres de trabajo» serían básicamente las empresas multinacionales o de empresas afectas que viven bajo la sombra del régimen. Dentro de este esquema el motor de los próximos años sería el capital multinacional, que podría venir al país para los proyectos petroleros, gasíferos y en otros proyectos que surgirán en la medida en que el ambiente político y económico se pudiese estabilizar, lo cual obviamente es una interrogante abierta. La idea de minimizar la burguesía doméstica, con mayor injerencia en lo político y social, tiene razones obvias: prolongar la hegemonía de la actual élite.

Anacronismo regresivo

Esta revolución no es sino un anacronismo en el siglo XXI, porque las revoluciones de este siglo son para democratizar, para desconcentrar y para potenciar el capital intelectual de los países, que no es lo que estamos observando en Venezuela. Estamos ante un proceso que intenta concentrar, estatizar y con total prescindencia de las consideraciones acerca de la potenciación del capital intelectual de la nación. Volvemos al esquema clásico de la explotación al máximo del capital natural del país, dejando a un lado el capital intelectual del país, y tiene que ser así porque quienes conducen el proceso no tienen mayor capacidad intelectual.

AR: ¿Cuáles serían los resultados económicos del año?

(%=Image(3665525,»L»)%)FF: Creo que a finales del año, de acuerdo a las cifras que manejo, vamos a ver una caída de más de 5% del PIB. El BCV anunció una caída en el segundo trimestre dramática, de un 9,9%.

AR: ¿Eso no indicaría que la estabilización política es complicada?

FF: Eso lo que indica es que el programa de Chávez de aniquilación de la burguesía tiene un costo muy alto de desempleo, de empobrecimiento muy alto. Al frenarse a la burguesía como agente inversor fundamental en una economía de mercado y al no poder entrar el Estado como relevo, pues el país se queda sin inversión y la economía comienza a decaer. Hoy en día Venezuela efectivamente presenta un proceso de empobrecimiento agudo y ese es el talón de Aquiles del gobierno, el problema del costo de esa estrategia política y económica.

AR: Desde el punto de vista energético o petrolero no parece existir una apertura relevante.

FF: Eso, más que un problema político o económico ha devenido en un problema de tipo ideológico. Sin embargo creo que la cúpula militar hoy en día no es sólo Chávez, y a pesar de la rigidez actual y de la que tienen los militares, hay elementos de apertura. Por ejemplo creo que la presencia de Alí Rodríguez en Pdvsa es un símbolo de posible marcha en esa dirección. Creo que Chávez busca un entendimiento con el capital transnacional. Tenemos el caso de AES, el caso de los españoles en el sistema financiero, los cuales están haciendo muy buen negocio. En los próximos meses se debería definir una apertura hacia el capital transnacional; si no lo hace, el gobierno enfrentará un problema de inviabilidad económica de su proyecto.

AR: ¿Cómo observa la situación del sistema financiero?

(%=Image(7500989,»r»)%)FF: Creo que el sistema financiero venezolano tiene hoy en día varios rasgos que son notables. El más importante de ellos es la casi extinción de intermediación crediticia como columna vertebral del negocio. Venezuela llegó a tener una relación de crédito bancario a PIB por encima del 50% cuando el país estaba en su mejor etapa en la década de los setenta y eso comenzó a declinar paulatinamente y hoy en día estamos alrededor del 10%. En lo que va del año la cartera de créditos en términos reales ha caído cerca de 38%, eso muestra que el crédito ya no es el negocio de la banca.

Tomar recursos del gobierno y prestarlos al gobierno

El negocio ha comenzado a ser, con mucho vigor, tomar recursos al gobierno y prestarle esos recursos al mismo gobierno. En este momento las cuentas con el gobierno significan casi la mitad del balance medio de la banca. El gobierno no es sólo un cliente voluminoso sino enormemente generoso. Al 30 de junio el gobierno tenía colocado en la banca, en depósitos y fideicomisos, aproximadamente 6,8 billones de bolívares y a su vez la banca le había comprado al gobierno papeles por aproximadamente 7,5 billones de bolívares. Es decir que por cada 100 bolívares que la banca destina para comprar papeles del gobierno, 90 bolívares los compra con los propios recursos del gobierno, con la diferencia de que los recursos del gobierno depositados en el sistema financiero rinden a tasa pasiva y los papeles que adquiere la banca rinden a tasa activa. Actualmente el gobierno, considerado como cliente individual y como cliente que genera un enorme margen se convierte en el principal cliente de la banca venezolana, ese es el rasgo dominante.

Obviamente el sistema es perverso, porque hay un estímulo muy claro para mantener al alza las tasas de interés con el consecuente desplazamiento del sector privado. Prestarle al Estado tiene enormes ventajas, la primera es que ese ingreso es libre de ISLR, no requiere capital ya que tiene ponderación cero a los fines del cálculo del coeficiente del capital ponderado por riesgo, y tiene un mercado secundario que le da liquidez inmediata. No es como quien recibe como parte de pago un Vebono que tiene que ir a rematarlo a descuento, la banca va al BCV reporta sus papeles y consigue liquidez inmediata.

Para la banca existen riesgos

Esto hace que los papeles del gobierno sean muy atractivos para la banca, sin embargo no es tan atractivo para aquellos bancos que tienen ramificaciones internacionales, ya que en el mundo entero el roll over es visto como un default técnico y el banco tiene que hacer enormes provisiones por la cartera que tenga de ese país. Además, la concentración de activos del Estado tiene riesgos importantes, lo que ha hecho que los bancos se hayan puesto más exigentes, y han logrado mejorar los rendimientos de los papeles públicos. Estamos hablando hoy en día de rendimientos en papeles de cinco años del orden del 40% y el BCV colocando letras del tesoro a noventa días a la misma tasa. Lo que significa que se tiene al Banco Central y al fisco disputándose los recursos por diferentes razones, y un potencial agravamiento de la recesión por el efecto de desplazamiento del sector privado.

Pareciera que el gobierno hasta ahora se enfrascó en su «revolución» y descuidó lo demás. Pareciera que es ahora cuando se está despertando ante el costo económico que ella le plantea. Si no logran estabilizar lo sustancial, que es el tema económico, mal se puede estabilizar lo político. En la cúpula militar también podría estar el relevo del actual comando. <p

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