El Grupo de la ONU
Eduardo Soto
Se tiene lógica, cuando las ideas y las acciones, se manifiestan o se desarrollan de forma coherente, sin que existan contradicciones.
Pero, el régimen chavista siempre nos ofrece, con su exótico comportamiento internacional, una serie de situaciones reñidas con la lógica, las cuales producen indignación, rechazo o, en el mejor de los casos, una mueca de condescendencia salpicada de desdén.
Tal es el caso, cuando la Casa Amarillista emite un Comunicado, hace un par de meses, para condenar la muerte (siempre lamentable) de un dirigente mapuche en Chile, pero ignora las víctimas de la represión en nuestro país; o cuando el Canciller, hace un par de semanas, se vanagloriaba de haber sido recibido por los Embajadores de Rusia y China ante la ONU; o cuando, hace un par de días, un Viceministro del PoPo de Relaciones Exteriores, se ufanaba de haber sostenido una reunión de trabajo en Nueva York, con el Primer Secretario de una Misión Permanente ante la Organización.
Este tipo de situaciones, retuercen la lógica; pero el régimen chavista entra en contradicciones más profundas, cuando anuncia la constitución de un Grupo de Países en defensa de la Carta de Naciones Unidas, pero los miembros que lo conforman, parecieran rigurosamente seleccionados, entre los más refractarios a los valores que encarna la Organización Mundial.
El Grupo hasta se permite, al comienzo mismo de sus actividades, establecer una lista selectiva de los principios que pretenden resguardar, pero, aunque su propósito confeso es la defensa de la Carta de la ONU y aumentar la conciencia sobre los peligros que actualmente enfrenta, en especial, el pueblo venezolano, no figuran por ninguna parte, el respeto a los derechos humanos y a las libertades de todos, a pesar de que son propósitos consagrados en dicha Carta, los cuales adquieren particular relevancia, en el contexto de la tarea que piensa desarrollar.
No es difícil vislumbrar, el tenor de lo que arroje semejante Grupo, cuyos miembros son de la misma calaña y, además, los dos principales, tienen intereses crematísticos, de grueso calibre, ligados a la cúpula del chavismo.
Naciones Unidas nació del triunfo de la libertad sobre la tiranía y es símbolo del progreso de la humanidad; por lo que a Venezuela respecta, el mayor peligro que enfrenta nuestro pueblo, es la continuación ilegal de un régimen arbitrario y despiadado, que niega la crisis humanitaria y bloquea la ayuda internacional.
Es tan grande la antinomia entre composición y fines, que el Grupo anunciado por el Canciller chavista, posiblemente se recuerde, como uno de los actos de cinismo más descarado, que se hayan visto, en muchos años, en el escenario más importante de la diplomacia mundial.