Ambiente de alegría y esperanza se vivió marcha este 12F en Valencia
Heberlizeth González
@heberlizeth
A Armando Lebrún no le impidió la botella de suero que guindaba en su cuello caminar hasta la Avenida Enrique Tejera de Valencia donde tenía como punto de llegada la marcha con motivo al Día de la Juventud. Es paciente renal y cardíaco y quiere que ingrese la ayuda humanitaria, por eso salió a la calle este 12F.
La avenida estaba repleta de personas. Incluso, mucho más que el estacionamiento de la Plaza de Toros, donde el gobernador, Rafael Lacava, pretendía romper un récords Guinness con 12 mil arepas en un «dracuarepazo» que realizó al sur de la ciudad.
En un recorrido, casi a mediodía, por el «dracuarepazo» se observó poca presencia de personas. Mientras en la Enrique Tejera el diputado a la Asamblea Nacional, Ángel Álvarez, decía que el pueblo de Carabobo tenía dignidad y no se doblega ante una arepa. Allí lo acompañaba el parlamentario Carlos Lozano y, desde otras tarimas, Marco Bozzo, Ydilio Abreu, el alcalde de San Diego, León Jurado, el secretario de Acción Democrática, Rubén Limas y otros políticos.
Lebrún tiene 58 años y desde hace tiempo lucha con su enfermedad por no tener medicamentos ni recursos. Es de Caracas, adonde viajaba con frecuencia para que lo dializaran, pero dejó de hacerlo porque ya no puede pagar ni el pasaje. Cuando puede vende chupetas para, al menos, comprar suero.
Los doctores se pusieron la bata y, juntos, salieron a reanimar a un país que pide a gritos una ayuda humanitaria. El médico Ronniel Villasmil, dejó sus instrumentos de trabajo y tomó el micrófono: «Nosotros necesitamos que sigamos unidos. Los médicos de Carabobo vamos a seguir apoyando para que la ayuda humanitaria entre y salvar a nuestros pacientes», aunque sus constantes denuncias por la falta de insumos en la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera (Chet) pongan en un hilo su cargo, así como el del gineco-obstretra, Jorge Pérez, que mantiene una lucha incansable por rescatar la Maternidad del Sur.
Al gremio de la salud, se le unieron maestros, estudiantes, obreros, ciclistas, moteros, y hasta los «chupeteros», personas del comercio informal que dejaron, por un momento, sus ventas para marchar juntos desde un extremo al otro de la avenida, que albergó a ciento de personas este martes, bajo un ambiente de alegría, fiesta y esperanza que trae un nuevo rostro que tiene nombre y apellido: Juan Guaidó.
Otro que también está cargado de esperanzas es Darwin Rosales, quien era corresponsal en Carabobo de El Observador cuando el gobierno del expresidente Hugo Chávez, no le renovó la concesión a Radio Caracas Televisión tras su vencimiento. «RCTV va a volver a las pantallas de Venezuela. Estamos en un punto de quiebre donde el régimen va a salir, y al salir volverá la libertad y democracia, por supuesto, los medios de comunicación y entre ellos RCTV. Somos una casa donde se le da todos los derechos al trabajador y al pueblo venezolano de estar informado», contó a Analitica.com luego de dirigirse al público que también cantaba: «El tiempo pasa y seguimos aquí contigo. Porque hay un corazón que grita, porque hay una emoción bonita».
Una señora vestida con liki liki blanco y con varias banderas en mano, llamaba la atención con su entusiasmo y fuerza al bailar el alma llanera, justo en un día cuando se celebra la juventud. Casi a su lado, permanecía Lebrún, quien le estrechó un abrazo de hermandad, así como a una joven embarazada que no paraba de llorar. Su deseo: ver nacer a su hijo en libertad.