Arabia Saudi se desmarca de la OPEP
Arabia Saudí subirá la producción de crudo a espaldas de la OPEP y asegura que con esta decisión busca preservar la estabilidad de los mercados internacionales, por lo cuál, incrementará, progresivamente, su producción petrolífera desde nueve millones de barriles por día hasta doce y medio barriles por día.
Arabia Saudí lanza, así un órdago (del cuál ya hemos escrito) a la Organización de Países Exportadores de Petróleos (OPEP) al anunciar que incrementará unilateralmente su producción de crudo para dar estabilidad a los mercados internacionales y atender la demanda mundial. El ministro saudí de petróleo, Ali Al Naimi, compareció ante los medios para explicar que su país elevará la extracción desde los nueve millones de barriles al día actuales hasta los 12,5 millones en los próximos cuatro años. Al Naimi precisó incluso que la producción del primer exportador mundial de oro negro podría alcanzar los 15 millones si es necesario.
«Nuestra responsabilidad -argumentó- es actuar de tal manera que el mundo reciba un suministro suficiente para que la demanda sea satisfecha. Nuestra principal preocupación es reducir la volatilidad de los mercados». Ésta es una petición que han reiterado en los últimos meses las grandes potencias económicas, especialmente Estados Unidos, que aseguran que resulta casi imposible mantener una senda de crecimiento sostenido y estable en un contexto de precios del crudo tan volátil.
Lo cierto es que el anuncio lanzado por Al Naimi abre un frente con la OPEP, que por el momento no ha dado su beneplácito a la decisión del reino saudí. De hecho, en su última reunión, celebrada en Viena el pasado 30 de enero, el cártel consideró que la oferta y la demanda en los mercados estaban equilibradas, por lo que optó por mantener la producción en 27 millones de barriles diarios. La organización fue incluso más lejos, pues dio a entender que recortaría el bombeo si los precios o la demanda descendían a corto plazo.
Interrogado sobre la postura que defenderá Arabia Saudí en la próxima reunión de la OPEP, prevista para el 16 de marzo en Irán, el ministro del ramo rehusó ofrecer ningún dato más y se limitó a señalar que «no sabemos lo que va a pasar hasta entonces». De todos modos zanjó la cuestión con rotundidad: «Tenemos la capacidad, los recursos humanos y los recursos financieros para responder a la demanda mundial».
No nos agarra de sorpresa. Este progresivo desmembramiento de los miembros de la OPEP sólo indican que la trayectoria de que esta organización política está llevando a cabo, más tarde o temprano, la hará caer irremediablemente.
Insistimos en que el SR. Bush no está dispuesto a depender de dicha organización, de sus bravatas y de sus amenazas continuas. Creemos, una vez más, que PDVSA debe reemprender una verdadera política empresarial y aumentar su producción de crudo y gas natural, despegándose de esta organización que sólo la está oprimiendo en sus cuotas productivas.
ING. JUAN FRANCISCO SALAS ROMERO
DIPLOMADO EN PLANIFICACION Y ADMINISTRACION DE EMPRESAS
(UNIVERSIDAD POLITECNICA DE MADRID)