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Calvani, la tecnologia y la economía universal

En nuestros artículos anteriores (El centenario de Calvani, Analitica.com, 11.01.2018, y Calvani y el bien común universal, Analitica.com, 02.08.2018), señalamos que, como como ministro de Relaciones Exteriores del presidente Rafael Caldera, entre 1969 y 1974, el Dr. Arístides Calvani (1918-1986) definió como principios cardinales de la política exterior de Venezuela, los conceptos de justicia social internacional y bien común universal, inspirado en la Doctrina Social de la Iglesia Católica.

En Aristides Calvani y la paz del desarrollo (Analitica.com, 11.01.2019), el profesor de la UCV y la UCAB planteó con sólidos argumentos que las relaciones internacionales, a nivel bilateral y multilateral, debían centrarse en la búsqueda del desarrollo socioeconómico de los países en vías de desarrollo y en la eliminación de las desigualdades sociales entre los pueblos del mundo mediante un aprovechamiento “global e integral” de los nuevos progresos científicos y tecnológicos que comenzaba a exhibir la humanidad.

En este artículo presentamos las propuestas del canciller Calvani acerca de lo que él denominó la sociedad supranacional y la economía universal, dos novedosos postulados que, a nuestro criterio, adquieren validez en el siglo XXI a propósito de los beneficios, retos y oportunidades que se derivan de la globalización, la Revolución Tecnológica y la integración pacífica de los pueblos del mundo, ahora amenazados por ultranacionalismos peligrosos y demagógicos, violentos fundamentalismos religiosos y xenofobias vergonzosas.

TECNOLOGIA, DESARROLLO Y MULTILATERALISMO: LA SOCIEDAD SUPRANACIONAL

El fundador de la Escuela de Ciencias Sociales de la UCAB concibió el bien común universal a partir de un hecho tecnológico imperecedero, cuyo 60mo. Aniversario se celebra: la llegada del hombre a la Luna, en 1969. Subraya:

“Con la llegada del hombre a la Luna, se ha alcanzado una nueva dimensión vital: le era espacial. Estamos conscientes, más que nunca, de la unidad e interdependencia de los pueblos, de que somos todos miembros integrantes del género humano y de que La Tierra entera es nuestra patria grande. …Pero hay más. Esta revolución del espacio y del tiempo que nos brinda la tecnología ha creado en el globo terrestre un hecho nuevo: la similitud de los modos de vida.”

El bien común universal trasciende los Estados-nación. Hay “una sociedad mayor…La Tierra,” que es superior a los Estados y está integrada por “la humanidad” en su conjunto. El ministro venezolano postula el concepto ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU, 29.09.1971):

“…Así concebida, la humanidad se nos presenta como la sociedad general que nos comprende a todos y que se contrapone a las sociedades particulares o Estados, con vida propia…”

La meta del bien común universal, a juicio del profesor Calvani, es “el desarrollo de la humanidad:”

“…La obra colectiva es el desarrollo de la civilización, es decir, de todo el hombre y de todos los hombres, de todo el pueblo y de todos los pueblos… Podemos hablar, con rigor científico, de un deber universal de cooperación que nos engloba a todos los individuos y a todas las comunidades. Los hombres, en efecto, estamos en la Tierra para realizar juntos una obra común, que es el desarrollo de la humanidad.”

El diplomático venezolano propone en la ONU forjar una “sociedad supranacional,” que evite la autarquía y el unilateralismo y minimice el bilateralismo en las relaciones internacionales. Se pronuncia por robustecer el multilateralismo e instituir órganos supranacionales de integración:

“…debemos pasar de un orden internacional basado en los acuerdos bilaterales entre gobiernos a uno fundado en instituciones multilaterales creadas por los pueblos…Debemos pasar del ámbito de las autarquías nacionales a la creación de la sociedad supranacional a través de sucesivos procesos de integración.”

UN NUEVO MODELO DE DESARROLLO: LA ECONOMIA UNIVERSAL

La búsqueda de un desarrollo integral de la humanidad, tanto material como espiritual, figura insistentemente en sus intervenciones en la ONU y en otros foros económicos multilaterales como la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). Puntualiza en su discurso ante la Asamblea General de la ONU (05.10.1973):

Juzgamos que el objetivo fundamental del mundo actual es el desarrollo. Paolo VI, en célebre frase, nos afirmó que el nuevo nombre de la paz es el desarrollo. Y, en efecto, mientras subsistan en La Tierra las desigualdades entre los hombres y la injusta distribución de los beneficios del progreso, tanto en el plano interno como el internacional, no puede haber paz. Las desigualdades son signos de injusticia y la injusticia engendra, en definitiva, violencia.”

Si los países desarrollados aumentan secularmente su riqueza y las naciones en vías de desarrollo acentúan su pobreza, el sistema económico mundial no está cumpliendo con la misión de procurar el bien común universal. Si, además, los países industrializados conducen sus relaciones bilaterales y multilaterales para preservar el desigual sistema de producción mundial y la inequitativa división internacional del trabajo, los países pobres no superarán el subdesarrollo y tampoco será posible lograr la justicia y la paz mundiales.

El bien común universal implica la consecución de un nuevo “sistema de la distribución internacional de la producción…” y… un “sistema monetario internacional” que responda al objetivo de disminuir y eliminar la brecha entre el desarrollo y el subdesarrollo. A pesar de que en las últimas décadas muchos países emergentes han alcanzado la industrialización y la pobreza ha disminuido como nunca antes en la historia contemporánea, Calvani mantiene que el desarrollo universal puede lograrse mediante “sucesivos procesos de integración:”

“Es necesario que todos los países miembros de la comunidad de las naciones puedan integrarse en un sistema real y efectivo de economía universal, que contemple todas las etapas del proceso económico. Eso implica, necesariamente, la formulación de una política global e integral de la economía mundial orientada al desarrollo de la humanidad -el Bien Común Universal – y no de un grupo reducido de países privilegiados.”

Arístides Calvani define el Bien Común Universal como un deber de todos los hombres y de todos los pueblos y los Estados en el seno de la comunidad mundial; pero advierte que, si un gobierno no protege a sus ciudadanos, se corrompe o usurpa el poder por una vía no democrática, el Estado pierde su misión. Ante los asedios a la libertad y a la democracia y frente al resurgimiento de autoritarismos personalistas entre muchos líderes del mundo de hoy (de izquierda o de derecha), la vigencia del ideario del humanista venezolano no puede ser mayor:

“Si por la corrupción moral del poder un Estado se arroga la iniquidad de disponer de los pueblos al antojo de una oligarquía política, ese Estado atenta contra el Bien Común Universal. Hay pueblos prisioneros de sus gobiernos. En tales casos, el derecho moral de esos pueblos a disponer de sí mismos es anulado por la usurpación de esos Gobiernos. “

@lxgrisanti

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