La energía entre cumbres y abismos
Nuestros presidentes van de cumbre en cumbre, mientras nuestros pueblos van de abismo en abismo. La frase impacta, que duda cabe, y nuestro Líder la ha repetido tantas veces con palabras parecidas que uno se la ha aprendido de memoria. En esta oportunidad en que la energía se sube a la cumbre, me parece que la frase le aplica perfectamente. Pienso en esto en la tarde de hoy martes 17 de abril mientras nuestro Pericles trata de destacar, en rueda de prensa, los éxitos y fortalecimiento de amistades logrados en la cumbre energética de Porlamar. Porque mientras nuestra energía se sube a la cumbre de acuerdos integradores, gasoductos ratificados, proyectos de refinerías, etanoles redimidos y tantos otros cuentos, poblaciones como Ciudad Guayana y tantas otras se sumergen en el abismo de interrupciones recurrentes del servicio eléctrico que las tienen agobiadas.
El gusto por el boato y la parafernalia de nuestra revolución no tiene límites. De allí la manía de cambiarle el nombre a las cosas y enaltecer la pompa revolucionaria. Pero cuando se trata de cosas concretas que afectan la vida de la gente el socialismo del siglo XXI se desvanece en una serie de generalidades. Veamos un ejemplo: Una periodista de Margarita pregunta entre otras cosas “Cuándo va a estar listo el gasoducto a Margarita”. Nuestro Adalid responde, olvidando que ha hablado del asunto en varios Alo Presidente desde hace años, “Es una pregunta muy concreta, estamos en asuntos internacionales, yo no te puedo responder algo tan preciso en este momento”. Pero poco después se ayuda con una notica que le pasa el Ministro de Energía y Petróleo, perdón, El Ministro Del Poder Popular Para La Energía Y El Petróleo (casi me olvido del boato respectivo), y le dice a la periodista: “la ingeniería ya está lista”, y después de los obligados comentarios, “Cuesta 90 millones de dólares y su construcción comenzará en 2008”, y sigue con un montón de comentarios entre los que quiero destacar éste “Es que estamos haciendo tantas obras que a veces se acaban los tubos”.
La respuesta resulta cómica para cualquiera medianamente enterado. Sería conveniente que nuestro Paladín se informara de cuantos kilómetros de gasoductos han construido en estos años países como México, Brasil o España, por mencionar sólo tres, sin que se les acaben los tubos. Pero más allá de eso quiero recordar que ya en febrero de 2003, en un evento de gas natural en Cumaná, el ejecutivo de PDVSA gas presentó el proyecto de gasoducto a Margarita diciendo que su construcción comenzaría el año siguiente. Habría que preguntar qué ha pasado para que en 2007 también nos digan que la construcción comenzará el año próximo, o recordar la promesa para estar claros de la respuesta que nos darán en 2010.
Mientras tanto las fallas eléctricas grandes (más de 100MW interrumpidos, o el equivalente al consumo de una ciudad de 200.000 habitantes) se han triplicado en 2007 con respecto al mismo período de 2006, lo que indica claramente el abismo energético en que se encuentra el país mientras nuestros líderes se regodean en su cumbre.
Al mismo tiempo estamos ansiosos por convertirnos en importadores de gas porque el Zulia está seco de combustible y lo requiere con urgencia ¡Ojalá que no se atrase el gasoducto de la Guajira! En paralelo, el sector eléctrico esta innovando con soluciones costosas e insuficientes como la generación distribuida. El domingo inauguramos una pequeña planta en Anzoátegui de 15 MW, mientras la demanda subió en 2006 la bicoca de 1.200 MW, lo que indica que tendremos que instalar 80 plantas como ésta para atender el crecimiento de la demanda de un solo año ¿Alguien puede pensar que por esa vía va la solución?
Definitivamente, la energía en nuestro país sigue deslizándose gradualmente hacia el abismo, mientras celebramos el éxito de las cumbres.