El mes de enero suele ser de definiciones
El mes de enero es el primero del año según el calendario gregoriano, y toma su nombre del Dios Romano Jano, el de las dos caras que representan el principio y el final.
En este mes se celebra en Cuba el triunfo de la revolución, que impuso la larga dictadura de los Castro, mientras que en nuestro país, se le recuerda como el inicio de la era democrática, hecho acaecido el 23 de enero de 1958, cuando fue derrocado el general Marcos Pérez Jiménez.
Ahora, en el 2019, estamos de nuevo en un ciclo que pareciera honrar al dios Romano, por ser quizás el comienzo del final de la denominada revolución bolivariana y el inicio de una nueva era democrática.
Desde el 10 de este mes, cuando culminó el mandato constitucional de Maduro se abrió una nueva etapa, en la que por un lado, como una águila bifronte, se pretende mantener al país en una continuidad antidemocrática y, por el otro, se ve un renacer de la esperanza de que esta es la etapa final del autoritarismo, del despotismo y del irrespeto de la Constitución vigente y que, al igual que en 1810, el pueblo manifiesta su deseo de libertad y de vivir en democracia a través de múltiples cabildos abiertos a todo lo largo y ancho del país.
El 23 de enero de 2019 puede ser de nuevo una fecha emblemática en la que la marejada humana se desplace a sitios de concentración en todas las ciudades de Venezuela para respaldar el cambio que propicia la Asamblea Nacional, única y legítima expresión de la voluntad popular, que ha recibido el reconocimiento de la gran mayoría de los gobiernos democráticos del planeta.
Pero es bueno estar conscientes de que ese día, puede ser una fecha más, de enorme importancia, pero no necesariamente en sí, conclusiva, como fue el caso, guardando las distancias, del 5 de julio de 1811. Pero lo que sí luce evidente es que resultará muy difícil detener el impulso de un tsunami democratizador que se siente llegar como un mar de leva que termina por imponer el cambio anhelado por la inmensa mayoría de los venezolanos.
