Respaldar a la Asamblea Nacional
En estos momentos se impone el respaldo irrestricto a la Asamblea Nacional. Respetamos la posición de varios distinguidos luchadores, que emplazan a su presidente Juan Guaidó a asumir la presidencia de la República para llenar el vacío de poder. En democracia ese sería el procedimiento correcto. En dictadura hay que considerar otros factores.
Maduro usurpó la presidencia y no puede ser reconocido por ningún demócrata, pero con el apoyo de un Alto Mando Militar servil y de los magistrados ilegítimos del Tribunal Supremo de Justicia asumió de facto la presidencia, lo cual fue un golpe de estado. Como cualquier dictador, Maduro ordenará la prisión de Guaidó o de cualquiera que designe la Asamblea Nacional e incluso de los diputados.
¿ Están dispuesto los ciudadanos a protestar a las calles y exponerse a que la Guardia Nacional, la Policía Nacional, el Sebin y los paramilitares rojos los acribillen? ¿ Hay consenso en una huelga general indefinida ,corriendo los riesgos de saqueos por parte de los paramilitares rojos? ¿ Son más valiosos nuestros diputados en la cárcel o en la Asamblea?
¿Qué posición asumirá Henry Falcón, Avanzada Progresista y quienes participaron en la farsa electoral de mayo?
Nos permitimos llamar a la sensatez. La lucha debe intensificarse y para ello no debemos insistir en que nuestros diputados se inmolen. Personalmente estaría de acuerdo con la línea dura de muchos compatriotas que arriesgan sus vidas y pertenencias; desde hace muchos años he escrito que los militares deben intervenir y, desde luego, con la rebelión popular. Lamentablemente, actualmente no percibo ambiente, ni recursos suficiente para materializar esta acciones.
Maduro asumió de facto, pero la crisis económica, las protestas a diario por escasez de comida, medicinas, gas, luz, agua e inflación, además de la presión internacional de países democráticos, no le permitirán sostenerse mucho tiempo. Los principales países de la OEA desconocieron el nuevo mandato de Maduro. La posición de México, Uruguay, El Salvador y de algunos países del Caribe de abstenerse en la votación de la OEA , evidencia que se dicen países democráticos, pero que no defienden la democracia. Nicaragua, Bolivia y Surinam no son democracias. Dominica, St. Vincent y Granadinas dependen de las dádivas de la dictadura.
En casi todo el mundo hubo protestas de los venezolanos. En Toronto, a menos 14 grados centígrados, la incansable Rebecca Sarfatti logró convocar un grupo para rechazar la usurpación de Maduro y apoyar a la Asamblea Nacional
Maduro está acorralado. Hoy más que nunca los demócratas debemos estar unidos. No importa que tengamos diferentes estrategia ¡no más prisioneros políticos, ni exiliados!