Retos del Sector Eléctrico en 2008
A pesar de que se podrían plantear muchos retos para el sector en el año que comienza, yo prefiero sintetizar los mismos en sólo dos, ya que pienso que son indispensables para afrontar cualquier otro que se señale. Esos son (i) Autonomía financiera y (ii) Reorganización. Cualquier cosa que se defina en el sector pasa por atender en primer lugar estos dos aspectos.
El sector arranca el año con la carga de una inflación superior al 20% en 2007, al mismo tiempo que se mantiene la congelación de tarifas que ya se extiende por más de 5 años. Esto obliga a las empresas a afrontar un aumento de costos que empeorará el déficit existente y las dificultades que atravesaron en el año que termina. Se pueden pronosticar conflictos laborales durante el año ante la imposibilidad de las empresas de atender a las demandas salariales que sin duda aparecerán.
La autonomía financiera no se puede lograr en un solo ejercicio, pero sí se puede mostrar la voluntad política para comenzar a corregir el problema. Esta voluntad se expresaría en dos áreas: aumento de tarifas y racionalización del personal. El tema de las tarifas ya está muy trillado y basta comparar la inflación de los últimos años con el precio del servicio eléctrico para demostrar la necesidad de corrección. Pero además, las empresas se han cargado de personal dedicado a tareas sociales que no son propias del objetivo de una empresa de servicio eléctrico y constituyen un fardo difícil de soportar, especialmente con tarifas congeladas.
Se podría pronosticar que en algún momento del año la corrección tarifaria se hará imperiosa, pero no me atrevo a hacerlo, ya que el gobierno ha demostrado su persistencia en mantener el precio de la energía por debajo de su valor. Ahí está la gasolina para demostrarlo. Más sensato es pronosticar que seguirá aumentando el subsidio al sector y la dependencia de PDVSA.
Pero el segundo reto, el de reorganización, es todavía más complicado, ya que a la voluntad política hay que agregar tareas administrativas que son cuando menos muy laboriosas, para decirlo con palabras suaves. Hay que recordar que el sector arranca el 2008 casi totalmente estatizado y que ya se ha prometido una reorganización. Para ello se dicto el decreto 5330, el 31 de julio de 2007, “con Rango, Valor y Fuerza de Ley”, en el que se crea la Comisión Eléctrica Nacional S.A. (CEN), pero es poco lo que se ha avanzado hasta la fecha.
Se han redistribuido responsabilidades en el sector pero sin reasignar las áreas administrativas, de modo que en la práctica todo funciona igual. Todo el mundo cobra en la misma nómina que cobraba antes de la reasignación. De nada vale decir que determinada empresa se ocupará de tal tarea si no se hace nada en términos de asignación de personal ni de recursos. Un buen ejemplo al respecto es la empresa del Centro Nacional de Gestión (CNG), la cual cumple un año este primero de enero. Hasta la fecha toda su gestión administrativa funciona igual que en 2006. Por fortuna Edelca sigue cubriendo la nómina y manteniendo la institución igual que antes del cambio. Pero es un indicativo de que no se ha hecho nada al respecto.
El tema resulta urgente porque en la condición actual el sector se encuentra institucionalmente débil para afrontar las grandes responsabilidades asociadas a los proyectos de expansión que se requieren, entre los que destacan las centrales de generación térmica.
Por eso hay que priorizar los dos retos señalados, que resultan condición indispensable para atender a las obras de expansión y las tareas operativas que se requieren para mejorar la calidad del servicio.
