Garantía 1
Todos estamos pendiente del, por ahora, incierto desarrollo de Venezuela y de nuestra insegura libertad. Hasta el momento parecen asociados, uno va con el otro. ¿Por qué? Algunas teorías económicas han apuntado hacia el bienestar de las personas, de los pueblos y, también, han tocada las campanas de alarma, alertando sobre las posibles consecuencias que acarrearía cierta insensibilidad social y exceso de tecnocratización que contienen ciertas teorías económicas. Es conveniente no olvidar que, hasta el presente, el bienestar y la libertad buscan el fin último de la teoría económica. Claro esta, dentro de un sistema político en donde se practique la democracia plural y la libertad.
¿Qué pasa con el desarrollo frente a la miseria, la pobreza? Algo lógico. Una reacción. Apareció cierta conciencia crítica contra los procesos de desarrollo y contra los totalitarismos. Contra la idealización del “papá estado”. Contra los fatalistas, sustentadores de la idea del camino inevitable. Contra aquellos que, en todo momento y a viva voz, claman por la planificación de hasta el modo de caminar de cada persona, de la sociedad, de la economía, de la producción, del consumo, de la expresión en todas sus formas, de los pensamientos, de todo. Y, más. Se activo la alarma, muy especialmente, para todos aquellos ciudadanos de buena voluntad, quienes ven todo color de rosa, porque precisamente ellos son quienes, sin proponérselo, le preparan cándidamente el terreno a los totalitarios, a las fuerzas contrarias a cuanto desea la mayoría de la población. Muchos se inician como tolerantes, luego como socialistas, comunistas y terminan como fascistas o nazis, tal como ya ocurrió en Alemania.
Todavía hay personas que comparten la idea de que algunos aspectos de la vida económica deben ser totalmente dirigidos por el estado, por el régimen, de buena fe. Sostienen que deben ser planificados, obstaculizando la libre competencia, sin caer en cuenta de que eso significa deformar el porvenir y producir un resultado distinto al esperado.
Planificar y ejecutar para todo un país y conseguir objetivos específicos requiere de un poder político único, central, total. Cero democracias y cero pluralismos. La democracia seria un obstáculo igual que la libertad. Recordemos que la democracia y la libertad requieren de diálogos, consensos y participación. La planificación y ejecución requieren de mando jerárquico de arriba hacia abajo, de obediencia, de sumisión. Cero libertades. Cero democracias. Así de sencillo es el antagonismo entre planificación y democracia plural política.
El por ahora presidente del actual régimen venezolano, tapizado de rojo sangre, esta ofreciendo socialismo, comunismo y muerte. ¿Tránsfuga? ¿Engaño? ¿Camaleón? Socialismo, comunismo, es acabar con la libertad. Eso es imponer la planificación, la reglamentación, el ordenarle a cada persona hasta el modo de caminar. Eso es obedecer, esclavizar, como están los cubanos ahora. Recordemos que solo descentralizando el poder es la única manera de disminuir su capacidad absoluta y que el sistema de libre participación es el único que puede disminuir la influencia, el dominio, del hombre sobre el hombre.
Es conveniente resaltar y repetir hasta el cansancio, para no olvidar, que la propiedad privada es una garantía para la libertad y eso es posible porque los medios de producción en una democracia plural están repartidos entre muchas personas que actúan independientemente, una de otra. Pero cuando los medios de producción están en manos del estado, del régimen, en nombre de la sociedad, del dictador de turno, tendrá, también, un control absoluto sobre cada persona, creándose una dependencia igual a la esclavitud, a la servidumbre. Así, cuando el único patrón, empleador en un país es el estado, la oposición muere lentamente de hambre. Como en Cuba. Y hasta los fundadores del socialismo, comunismo lo reconocieron. ¿Cuándo propiciamos, de verdad, alguna garantía para rescatar la democracia plural? .
“En un país en donde el único patrono es el estado, la oposición significa la muerte por consunción lenta. El viejo principio, “el que no trabaja no comerá” ha sido reemplazado por uno nuevo: el que no obedezca no comerá”. Liev Davidovich Bronstein (Liev Trotsky o León Trotsky 1879 – 1940).Ucraniano. Teórico y actor de la Revolución de Octubre, Rusa, en 1917. Creador del Ejército Rojo. Desterrado y eliminado por la revolución rusa en México, 1940
