Economía caprichosa
La economía venezolana como lo afirmamos en varias entregas en noviembre y diciembre del año pasado mostraría en el 2008 sus indicadores y síntomas de enfermedad. No nos cansamos de insistir que paralelo al tema de la reforma de la Constitución que se nos intento imponer, el país tenía silenciada una crisis económica y financiera que tiene su epicentro en un conjunto de decisiones en materia de política financiera, política cambia y monetaria. En fin, la economía venezolana esta eclosionando, incluso teniendo el petróleo a 90 $. La realidad demuestra que la planificación del gobierno, su toma de decisiones y sus asesores en materia de economía caminan por un camino errado, con costos sociales, financieros y materiales.
La realidad de Venezuela donde se conjuga desempleo, inflación de 23% en el 2007, y una tendencia inflacionaria sostenida en el 2008, desabastecimiento, problemas serios para obtención de divisas para múltiples insumos y productos, cierre de empresas y escasa productividad entre otros, demuestra en su conjunto la inviabilidad del modelo económico. Además por supuesto del deterioro funcional, financiero y operativo al que ha sido sometida la principal industria venezolana como es PDVSA. Transnacional que el presidente Chávez ha forzado a involucrarse en múltiples aéreas y ocupaciones, y donde paradójicamente lo que debe hacer (investigación – exploración- refinación y mercadeo de petróleo) es lo que menos está haciendo.
Lo que estamos padeciendo los venezolanos son simplemente los resultados de política y decisiones erradas. Evidentemente esas decisiones nos afectan a todos y más todavía a los sectores más populares que son siempre los que padecen con más fuerza los embates del desempleo, de la inflación, del desabastecimiento de los productos de la canasta alimentaria. El presidente Chávez ha jugado e impulsado en una década con varias figuras, desde cooperativas, unidades de producción social, gallineros verticales, cultivos hidropónicos y para usted de contar. La constante en los distintos esquemas y modelos impulsados es que aparte de no funcionar, generan pérdidas y dispersión de recursos que bien podrían direccionarse y monitorearse en función de proyectos más sólidos y viables.
La corrupción es otro ingrediente que colma y define a un número considerable de dirigentes medios y altos, que lejos de estar apuntalando una gestión de gobierno, están dedicados al enriquecimiento y promoción de negocios. En fin, el presidente ha errado, ha arado en el mar y seguirá arando en el mar. No sólo le falta talento, sino además coraje, audacia y voluntad de quienes ocupan las carteras de la economía, la planificación, el ministerio de industria y comercio, entre otros. De tal manera que es escenario socioeconómico venezolano es lamentable, y nos da pocos augurios de cambio y reactivación.
Nadie desconoce las oportunidades que tenemos en Venezuela de convertirnos en un gran país y economía, pero eso pasa por una verdadera rectificación y la implementación de más racionalidad y menos personalismo, más eficiencia y menos capricho. Las cifras derriban las pretensiones del presidente Chávez de acabar con el capitalismo, de querer inventar una nueva economía socialista, de promover economías endógenas tanto en Venezuela como en el resto de la región a donde van capitales venezolanos. En otras partes tiene muy claro el papel del Estado, la necesidad de relacionar e integrar seguridad jurídica, inversión nacional y extranjera, el rol a cumplir por el sector privado, promover una mayor responsabilidad social, que junto a la disciplina, el establecimiento de metas y reglas de juego y el esfuerzo naturalmente de todos, produce crecimiento, progreso y bienestar colectivo. En fin, la economía venezolana es una economía caprichosa que se rige por cánones superados hace siglos en otras latitudes.
En la próxima entrega analizaremos como será la transición cubana como consecuencia de la enfermedad y renuncia a la reelección que indefinidamente hemos observado en la Cuba bajo la dictadura de Fidel Castro Ruz. Nadie duda que Fidel Castro fuera un personaje que cumplió un papel y fue referente en los sesenta en el mundo entero. Sin embargo, la tozudez llegó a su fin y con el los sueños de muchos caudillos latinoamericanos idolatras del dictador.