Promesas desde La Vueltosa
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El pasado sábado la alta proporción de compatriotas que agoniza entre oscuridades intermitentes, recibió un nuevo baño de promesas eléctricas por parte de nuestro Gran Comunicador. Fue un show perfectamente premeditado. Nuestros profesionales del sector tenían dos semanas dedicados a prepararlo como la tarea de mayor prioridad. Se montaron equipos profesionales en las distintas obras, en construcción y en proyecto, para hacer pases en directo que ilusionaran a la población, “Un saludo revolucionario Presidente” era la contraseña establecida y todos la repetían con obediencia. El discurso eléctrico se mezcló con mensajes ideológicos, amenazas a la 4ª flota del imperio y recuerdos de lo mal que andaba el sector en tiempos de la 4ª república, esa que “no volverá aunque nos cueste la vida”.
Al final se decidió lanzar el programa desde la obra de La Vueltosa, ahora Fabricio Ojeda, el eterno proyecto de Cadafe en el río Caparo, que estará listo, según se nos anuncia (ahora sí), en 2009. Las sesiones anteriores de promesas solían aprovechar la ocasión de inaugurar alguna obra del sector (Termozulia, Pedro Camejo, alguna unidad de Caruachi, la primera voladura de Tocoma etc.). Pero esta vez no había nada nuevo que mostrar, por eso resultaba imperioso reforzar las promesas. El futuro aguanta todo, siempre se puede estirar con la esperanza de que a la gente se le olvide la promesa de hoy con la promesa de mañana. La experiencia dice que la estrategia ha funcionado.
Algo fundamental es repetir que la 4ª república tenía el sector en la carraplana porque se lo quería regalar al imperialismo, cuando la realidad es que contábamos con unas instalaciones tan sólidas que han soportado casi 10 años de abandono. Las necesidades de suministro eléctrico han crecido 50% desde 1998 y los proyectos de generación térmica, que ya entonces se reclamaban, todavía hoy brillan por su ausencia, con la honrosa excepción de Termozulia I. La diferencia es que hoy tenemos promesas renovadas periódicamente.
Así podemos recordar el cúmulo de promesas de la revolución. En la Mesa Redonda del Sector Eléctrico de 1999, el Ministro de Energía de entonces nos anunciaba inversiones por US$ 5.7 millardos, que iban a aliviar la situación del sector. Siempre después de reforzar que habían recibido un sector abandonado por los “vende patria”. Más adelante, los respectivos presidentes de Cadafe nos anunciaban inversiones por 1.000 y 1.500 MM$ en 2006 y 2007. ¿Dónde están?
Las promesas actuales son variopintas, se mezclan proyectos importantes como Termozulia II, Tamare o Bachaquero, con pañitos calientes inútiles como la generación distribuida, o Masparro, o la propia Vueltosa, que no alcanza en sí misma para 3 meses de crecimiento de la demanda. Se nos prometen 42 proyectos y 8.600 MW de aquí al 2014, cuando en los 10 años de gobierno no han logrado instalar 1.000 MW térmicos ¿Usted lo cree? ¿Y por qué lo cree? Lo que es seguro es que toda la plana mayor, junto con los mejores profesionales del sector, tendrá que dedicar dos semanas dentro de poco tiempo a preparar la nueva ronda de promesas.
Sin duda la revolución requiere un pueblo formado por gente de buena fe y hay que reconocer que el venezolano medio lo ha sido. Pero yo digo como el poeta “Hace tiempo me embarque, por cierto, aun tengo la ropa en la playa tendida a secar”