Feliz Navidad 2018
Volvió la navidad, momento de intercambiar buenos deseos y solidaridad; de renovar nuestros propósitos de ser mejores personas y de desearnos un próspero año nuevo.
Tal y como tuve que confesarles el año pasado, este año debo reconocer, otra vez, que, ante tantas dificultades como las que vive nuestra patria, no sé cómo enviar mi tradicional saludo con alegría y optimismo porque las circunstancias y perspectivas no son buenas, ni alegres.
Sin embargo, ante la adversidad es necesario declararse en rebeldía, actuar con reflexión y perseverancia, y esto supone manejar nuestro propio interior y actuar sobre nuestro entorno.
Siempre conviene trabajarnos nosotros mismos para hacernos mejores personas; eso es muy navideño. Todos sabemos en qué consiste ser mejores y, para ello, tenemos nuestra capacidad para contar hasta tresantes de seguir haciendo lo mismo que ya sabemos que nos hace sentir mal. Pensemos en que la Conciencia o Uso de Razón, que llevamos por dentro, nos dice qué es lo mejor que podemos hacer. Ante lo cual tenemos que aceptar con humildad que necesitamos superar nuestro ego y la comodidad que nos ocultan la fuente de sabiduría que todos llevamos por dentro.
Hacia el entorno, creo que lo más importante que podemos hacer para reaccionar proactivamente frente a la tristeza es plantearnos que no podemos seguir entregando un cheque en blanco a “otros” para construir la sociedad en la que queremos vivir. No hemos visualizado un modelo de sociedad democrática completo en el cual la política sea el resultado de la participación de las representaciones sectoriales y no solamente de los acuerdos entre los miembros del oligopolio político compuesto por gobiernos, partidos de gobierno y de oposición. Si seguimos delegando y exhortando a los políticos para que hagan lo que los demás sectores necesitamos nunca lo obtendremos porque su propósito es alcanzar y concentrar el poder, no repartirlo, como ocurriría si cada sector se desarrolla y logra sus intereses.
No creo que en los países sometidos a la destrucción que ocasionan las izquierdas sea suficiente que surjan movimientos de derecha pues la pugna entre derechas e izquierdas sigue siendo un pleito entre políticos que logra ocultarnos el verdadero reto: respetar y darle cabida a las diversidades de manera que la marcha de nuestras sociedades sea definida por todos los sectores a través de sus propios representantes y no solamente por los gobiernos y partidos.
Para lograr esta reorganización social necesitamos crear nuevas instituciones, como un Senado Sectorial y recuperar el Senado Regional. Lo cual quiere decir que, para construir un mejor entorno necesitamos superar nuestra propensión a exhortar y pedir con un afán personal de construirlo.
Que Dios nos bendiga e ilumine para ser mejores.
¡Feliz Navidad!