Margarita y el desaguadero de gasoil
El consumo eléctrico de Margarita se satisface gracias a dos fuentes, un cable submarino que permite llevar electricidad de tierra firme desde Chacopata, el cual está copado y sólo alcanza para la tercera parte de las necesidades de la isla, y la generación propia en la planta Luisa Cáceres que produce los dos tercios restantes. Con estas dos fuentes se abastece la isla y, aunque no sea una maravilla, comparando con otras zonas en las condiciones actuales, es una de las áreas mejor abastecidas del país.
En rigor, no habría nada que objetar al suministro de Nueva Esparta, si no fuera porque la generación en la isla debe hacerse con gasoil, el único combustible que puede alimentar las turbinas de gas y los nuevos motores diesel de generación distribuida que abastecen a la región insular. Esto hace que el suministro eléctrico de Nueva Esparta nos salga muy caro a todos los venezolanos, aunque no se refleje ni en las cuentas de Seneca ni en las tarifas que pagan los margariteños. Voy a ilustrarlo a través de unas cuentas.
El suministro eléctrico a Margarita consume alrededor de 1.5 millones de litros de gasoil al día, cada uno de los cuales le cuesta a Seneca 45 bolívares de los viejos (0.045 Bs.F) y esto es lo que le llega al consumidor margariteño. Pero si consideramos los precios internacionales que alcanzan 140 $/b para el petróleo crudo, lo que implica un precio mayor para el gasoil, llegaremos a la conclusión de que este último combustible ya está a punto de alcanzar el precio de un dólar por litro (Un barril tiene 159 litros), lo que significa que tanto PDVSA como los venezolanos que somos sus dueños dejamos de recibir cerca de 2.000 bolívares viejos por cada litro que entregamos a la isla. Para hablar en dólares, que es más sencillo, perdemos casi millón y medio de dólares diarios por el suministro de combustible a Margarita. Esto representa un subsidio descomunal.
¿Y cuál es el problema? Dirá usted. ¿Si le subsidiamos la gasolina y el diesel a todo el país por qué no vamos a hacerlo con Margarita? La respuesta es que con los carros y las gandolas no tenemos alternativa, pero con Margarita sí y la alternativa es sencilla e inmediata: enlazar la isla con tierra firma a través de un nuevo cable submarino de mayor capacidad (230 kV). Actualmente Cadafe está construyendo una red de 230 kV que cruzará el estado Sucre, desde Puerto la Cruz hasta Güiria, de modo que enlazar la misma con Chacopata y construir desde allí un cable submarino hasta Margarita sería sencillo y, en las condiciones actuales, bastante barato.
Las estimaciones de costos indican que el cable submarino tiene un costo en torno a los 100 millones de dólares, lo que permite calcular que con los recursos provenientes de las exportaciones del combustible liberado en la isla la obra se pagaría en menos de 3 meses. En términos de factibilidad de proyectos esto es un tiro al suelo. Mucho más cuando en los planes de expansión de generación del sector eléctrico se contemplan dos centrales de ciclo combinado para operar con gas natural en el estado Sucre, las cuales producirían la electricidad que necesita la isla y reemplazarían el gasoil que quemamos hoy.
Sin embargo, en ninguno de los planes de expansión, que de paso no se han publicado oficialmente, lo que indica que no hay plan, se contempla el enlace eléctrico de la isla con tierra firme. Tal vez porque están confiando en construir algún día un gasoducto que lleve gas natural a Margarita y sustituya al diesel. Pero si se consideran los costos y el bajo tiempo de instalación, el cable submarino luce conveniente en cualquier caso. Quede esta propuesta como un aporte a ser considerado por nuestras autoridades energéticas. Creo además que es una propuesta perfectamente compatible con el socialismo del XXI y hasta con el esclavismo de tiempos coloniales.