La cena del año: Así celebramos Noche Buena y Fin de Año
La de recibir el año es una reunión que se va llenando de personas muy cercanas entre sí –familiares y amigos-, una fiesta en desarrollo que incluye algunas tradiciones que no son sólo venezolanas. Abrazarse, desearse felicidad mutuamente, ser optimistas y practicar supersticiones amables como sacar una maleta a la calle para asegurar un viaje en el nuevo año, o usar alguna prenda amarilla para atraer prosperidad. Y tradiciones de origen hispánico, como comer doce uvas –casi atragantándose, la verdad- una con cada campanazo del reloj al marcar las 12 de la noche.
La gran cena navideña, la realmente familiar, es la de la noche de Navidad
En la cena navideña, que se realiza antes de las 12 de la noche, hay hallacas, bollos que pueden o no ser picantes (hechos con la masa de hallacas envuelta en hojas de plátano), ensalada de gallina, pernil, dulce de lechosa y, por supuesto, pan de jamón. Excepto el pernil, los demás elementos suelen ser preparados por miembros de la familia, casi siempre convocados y presididos por la señora de la casa o la abuela.
Los participantes primordiales son los niños
Se festeja el nacimiento del Niño Dios, y es una reunión principalmente alrededor de los niños, pues esa noche, después que se duerman, vendrá el Niño Jesús o San Nicolás o Santa Claus a traerles regalos.
Durante muchos años en Venezuela escribir la carta al Niño Jesús –y en las últimas décadas cada vez más a San Nicolás (Santa Claus es sólo una adaptación del nombre Nikolaus o Niklaus en los países nórdicos y anglosajones, pero el personaje original es el mismo obispo y santo Nicolás, siempre pendiente de los niños pobres en la Edad Media)- fue una acción de gran importancia, e incluso miles de cartas eran y en algunos países siguen siendo enviadas por correo. Suponemos, a estas alturas, que muchos niños del siglo XXI envían un e mail.
Como las cartas eran y son entregadas a los padres “para su envío”, estos siempre podían saber qué querían sus hijos, habitualmente más o menos complacidos en balance con la capacidad económica de los padres y la imaginación y esperanzas ilimitadas de los niños. El asunto debe ser diferente con la informática actual. En cualquier caso, la cena y la noche navideñas son de expectativas para los niños, los regalos se comprueban y se abren al despertar en la mañana del 25 de diciembre.
La temporada ya no es lo que fue, pero sigue siendo fundamental
En familia y con amigos tan cercanos que son como familia, y la participación de niños, la reunión navideña es siempre alegre, cordial, noche de auténtica fraternidad. Se han ido perdiendo algunas tradiciones de larga data, como las “patinatas” de madrugada y las también madrugadoras “misas de aguinaldo”, que reunían a grandes cantidades de muy alegres y dinámicos participantes.
Muchas familias siguen construyendo juntas los “pesebres”, con habilidad artesanal y mayor o menor riqueza de figuras, representando el nacimiento de Jesús en un pesebre, y en el cual además de las figuras del recién nacido, su madre la Virgen María y su padre San José, nunca faltan las de un burro y un buey además de ovejas y pastores que admiran y rinden homenaje al hijo de Dios, y numerosas figuras adicionales de acuerdo a la capacidad e imaginación de cada familia. Las figuras, de diversos tamaños, se guardan cuidadosamente durante el año, y se sacan para el pesebre cada diciembre. La del bebé se coloca la noche de Navidad, que es cuando nace, y al llegar enero suelen agregarse las de los tres Reyes Magos con sus presentes –mirra, incienso y oro.
Es una costumbre de origen español –en España lo llaman “belén”- y ya desde tiempos de la colonia se expandió por toda América y otras posesiones. Pero hoy en día y desde hace unos cuantos años ha crecido el hábito de comprar, instalar y decorar un árbol de navidad, pinos que habitualmente son importados de Canadá, o figuras abstractas que lo recuerdan. Esto, además de diversos adornos simbólicos navideños, con fuerte influencia nórdica.
Pero la reunión y cena la noche del 24 al 25 de diciembre, siguen siendo una sólida costumbre venezolana.