Competencia en el Mercado de Tarjetas de Crédito
En nota de prensa publicada en El Universal el fin de semana de la primera semana de octubre de 2008, se reseña el inicio, por parte de la Superintendencia para la Promoción y Protección de la Libre Competencia (Procompetencia), de una investigación al mercado de las tarjetas de crédito y débito en Venezuela. Ante la importancia de la función regulatoria de Procompetencia, no podemos sino suscribir aquellas actividades que apunten a resguardar la eficiencia económica y el bienestar social en los mercados. Sin embargo, en este artículo queremos llamar la atención sobre cuán sui géneris es el mercado de las tarjetas de crédito y débito, teniendo en mente resguardar el excedente de los consumidores y el funcionamiento eficiente de este mercado.
La concentración en los mercados podría constituir, una fuente de preocupación para el Estado, en particular para el regulador de competencia. Esta inquietud responde a dos objetivos regulatorios de distinta naturaleza, primero el objetivo de equidad y segundo el de eficiencia.
Sin embargo, existe un principio básico de política económica, que reza que deben ser utilizados los instrumentos de política económica idóneos y eficientes para conseguir cada objetivo regulatorio. Adicionalmente, utilizar instrumentos regulatorios y acciones administrativas con la intención de alcanzar más de un objetivo podría crear una situación de conflicto de intereses.
Por su parte, el objetivo de eficiencia constituye un bien social, toda vez que implica el uso eficiente de los recursos, garantizando a la sociedad niveles óptimos de generación de riqueza, producción y accesibilidad de bienes y servicios.
El análisis tradicional de los mercados, basado en el benchmark de competencia perfecta y en el otro extremo el monopolio, tiende a asociar los niveles de concentración con conductas abusivas y resultados socialmente indeseables. Sin embargo, este análisis adolece de supuestos muy restrictivos como homogeneidad del producto (bien intrínsecamente o por ausencia de estrategias de diferenciación), simetría de los productores, ausencia de barrera de entrada, ausencia de efectos de red y de economías de demanda.
Así las cosas, el nivel de concentración en un mercado, puede ser producto de la naturaleza del sector e incluso obedecer a economías de demanda, las cuales explican cómo los demandantes tienden a preferir servicios con concentración elevada en el mercado.
En el caso de la industria de las tarjetas de crédito y débito, la teoría “tradicional” de la competencia sobre las estructuras de los mercados, el nivel de concentración económica y las relaciones verticales entre los bancos (o emisores) y los tarjeta-habientes y/o los bancos (o emisores) y los comercios afiliados, podría apuntar a un mal entendimiento del mercado y su desempeño. Variables como la concentración, que tradicionalmente constituyen un proxy de la estructura del mercado, revelan poco en mercados caracterizados como mercados de dos lados (Two-sided Markets).
El análisis tradicional de la competencia en este caso, debe ponderar más que el grado de concentración, las eficiencias generadas producto de los efectos cruzados entre el mercado de los comercios afiliados y el de tarjeta-habientes. Lo que para un análisis basado en el paradigma estructura-conducta-desempeño constituiría una señal de alarma –alto nivel de concentración y eventuales altas comisiones- para un análisis moderno de competencia podría significar prácticas de subsidios cruzados entre los dos mercados ubicados a los extremos de la industria plataforma (la institución financiera o el emisor de la tarjeta de crédito o débito). Más allá, en términos de eficiencia económica, bien social tutelado por la regulación de competencia, estos efectos positivos cruzados de red se encontrarían basados en prácticas que reconocerían las diferencias en las elasticidades en cada uno de los mercados relacionados (el mercado de tarjeta-habientes y el de comercios afiliados).
Un análisis de competencia del sector, debe valorar los efectos positivos de red, así como aquellos beneficios derivados de una competencia ex ante, ante eventuales costos de cambio por parte de los tarjeta-habiente y los comercios afiliados.
Master in Competition and Market Regulation, Barcelona Graduate School of Economics (Universidad Pompeu Fabra, Universidad Autónoma de Barcelona). Master en Economía Industrial, Universidad Carlos III de Madrid.