El capitalismo no morirá
El gobierno debe alistarse para decir la verdad, por primera vez tendrá que rendirle cuentas a este pueblo, mil veces engañado. Deberá decirle dónde fueron a dar los reales administrados durante estos últimos diez años. Ahora Venezuela es de todos y sin exclusiones, todos conoceremos la realidad. Con la crisis económica global se precipitarán muchas informaciones soterradas, si en este país no hay contraloría ni sistema de cuentas nacionales, algún respaldo tiene que haber de los gastos realizados. La crisis será el gran catalizador para saber algo de nuestro debe y haber. El Banco Central de Venezuela tiene la primordial responsabilidad con los ciudadanos, actualmente será difícil escurrir los esquilmes oficialistas, el pueblo se irá enterando del desastre. Cómo fueron mentidos. Los compromisos internacionales se observarán alterados, las compras de armamentos suspendidas, los “intercambios” sucritos en deterioro de nuestras finanzas serán visibles. PDVSA sudará la gota gorda tratando de enderezarse para rebajar sus costos, los “avispados” comisionistas estarán al descubierto. Se abrirá la caja de Pandora, quedando el “maletinzazo” como un detalle del monstruoso despilfarro, esta vez será una caída y mesa limpia que constará a la vista del ciudadano.
Prepárense, los tiempos se presentarán difíciles con este acontecer, comencemos a reconstruir la nación perdida en la subcultura del “proceso revolucionario”. Penderá de nosotros devolverle a Venezuela su dignidad, los grupos “neutrales” tendrán que adentrarse a la situación económica la cual tanto han evadido, pensando en su único bienestar; quien no haga nada por el país sucumbirá con la desgracia de la “revolución”, llegó el momento en que la Patria demandará a quienes le irrogaron daños.
Al acabarse los centavos para los derroches y comisiones, comenzará el desagravio a la Venezuela decente y serán evidentes las vagabunderías. Quienes se enriquecieron deshonestamente, perderán honestamente las “ganancias”. La crisis global si afectará al país fatalmente, el sistema financiero será el primero en este rumbo, una devaluación sobrevendrá, la inflación será incontenible y las importaciones escasearán. Los repuestos automotrices y la manufactura en general será corta de alcanzar. Esa sociedad atarragada de abalorios comenzará a apagarse, se notará exigua presencia en los centros comerciales, habrá una rutina distinta. El contraste que veíamos entre pobres y ricos, entre aprovechados boliburgueses y pobres se ira encogiendo. Venezuela será la evidencia que tuvimos una década de derroche y que estamos en la carraplana. Todo lo dicho por el oficialismo antes que llegue el pánico mostrará las pruebas del equivoco. Así que, prepárense que unido a esto podrá haber una implosión de la sociedad, cuando también se extingan los productos básicos. La caja de Pandora se abrió y brotarán todas las anatemas, estando a punto para transitar ese periplo descrito como la crisis global de la economía, de la cual no acabará interfecto ese capitalismo, contrariamente seremos nosotros los afectados por no haber aprendido las enseñanzas de él, con sus vicios y libertades.
Venezuela habrá que rehacerla, comenzando de cero, conociendo como se desperdició una década de oro. Serán las primeras victimas los mismos cultores humildes del “proceso”, quienes viven en carne propia los desaciertos de una “revolución”, arrastrándonos a todos a la gran ruina que se veía llegar y que adelantó esta coyuntura mundial.
Se equivocaron una vez más los encomiásticos del Che Guevara y sus alevosías, quedarán sus fotos en el retablo de sus mentes, el rojo color proyectado hacia la miseria, hacia los desencuentros, será proscrito del ánimo de los venezolanos, de la misma manera como fue borrado por otros pueblos relacionándole con las invasiones y guerras. Mientras el capitalismo se recompone, Venezuela será la que penará, hundida en las mentiras y fracasos del “comunismo”. Sólo en democracia se puede resolver todo, a pesar de sus imperfecciones.