¿Petróleo caro?
Si la crisis económica mundial comenzó por EEUU con sus hipotecas sin garantías, hoy nos encontramos con otro añadido que es el petróleo caro. Los elevados precios de éste han sido tan nocivos, tanto como la irresponsabilidad yanqui en otorgar créditos a gente que no estaba en condiciones de pagar. Esa burzatilización del petróleo, infló los precios hasta más no poder, beneficiando algunas naciones que crecieron y mejoraron sus infraestructuras físicas, y para otras que lo utilizaron como arma de expansión y en propósitos descomedidos. Irán está silencioso con sus planes nucleares desde que bajó el combustible, Rusia cavila seriamente en torno a su futuro. El caso más conmovedor es el nuestro, con un “comunista” que satisfizo sus caprichos pueriles, arruinando un país que debía estar floreciente. Incurriendo en viajes innecesarios y suntuosos, “ayudas” a granel a sus socios “marxistas” del mundo, manteniendo a su patriarca Castro, lanzando satélites sin que todavía funcionen y otras cosas inútiles para la destrucción de Venezuela.
Hoy parece que el colofón de esta crisis económica será el petróleo. Con un precio desorbitado, los países no podrán regresar a su productividad anterior, cualquier ayuda financiera no será suficiente mientras se mantengan inflados los precios del petróleo. Si algo se ha comprobado en la economía real es que con la disminución de los precios del petróleo, bajó la inflación en Asia, Europa y USA. Esas bolsas han deformado la economía, sus “previsiones y conceptos”, cambiaron valores, vendiendo y comprando emotivamente, o creando valías donde no las hubo. Cualquier nimiedad es suficiente para trocar el rumbo económico del mundo. Actualmente son más cuidadosos, esperando los resultados serios de las industrias, comercios y banca, antes de lanzarse con sus casi ficticias cotizaciones. Los precios se forman artificiosamente abultándose a diestra y siniestra. Cuando los mismos productores pensaron que el precio justo del petróleo rondaba los 50 dólares, de repente “técnicos” escarparon sus aspiraciones al doble o al triple. En este momento el orbe se da cuenta que la única manera de detener la crisis está en la concertación, de lo contrario, se convertirá en una catástrofe que desdibujará muchos años de trabajo productivo.
Lo que haga la OPEP en adelante, dragoneando con sus recortes, tendrá poca incidencia, lo cardinal será el comportamiento de las alicaídas economías mundiales. Esa demanda que todavía no se sabe hasta donde se contraerá, será la que determinará los precios y, no las fanfarronadas del presidente de PDVSA.
El problema no es reducir la oferta petrolera, la solución se hallará cuando compradores y vendedores se pongan de acuerdo, preservando intereses comunes. De que serviría un petróleo caro si no hay quien lo compre. Igualmente, la disminución de las cuotas de producción para algunos países que no están preparados para asumir la crisis, pudiera significar su ruina. Afirmación concreta fue la explicativa de Correa en Ecuador.
La baja de los precios petroleros se veía venir, preparándose el mundo para la sustitución y diversificación de la energía: los bio-combustibles en Brasil, el ensamblaje de autos eléctricos, el uso de la energía solar y tantas otras iniciativas que se canalizarán en el corto y mediano plazo. Pero la crisis económica mundial adelantó los acontecimientos, aclarándole a productores y compradores que las cosas son de otra manera, la oferta y la demanda real, no se puede modificar en los corros bursátiles.
Buena enseñanza, aunque costosa para un planeta desquiciado, pareciera que estamos viendo realidades que siempre existieron pero que nos escondieron. O las cosas comienzan a restaurarse, o el final estará próximo con una destrucción sin precedentes, con o sin guerras. Cuando la escasez haga estragos y el hambre acompañe la existencia de los seres, será tarde para tomar medidas correctivas, es al presente cuando debemos devolvernos a la convivencia respetuosa si queremos salir de esta crisis que sólo comienza.