Los bombarderos rusos: Solo otro alardeo chavista
Alerta ha causado entre la opinión pública colombiana la imagen del ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, subido a un Tupolev Tu-60, uno de los bombarderos más modernos de la actualidad, capaz de lanzar misiles hipersónicos y de largo alcance, en una base militar venezolana mientras se realizaban ejercicios conjuntos.
Distintos internautas y políticos colombianos calificaron el hecho como una grave amenaza, y de inmediato empezó a aumentar la especulación sobre nuevos vientos bélicos entre países históricamente hermanados.
Con estos aviones de combate prestados por los rusos #Venezuela amenaza a sus vecinos. “Nos defenderemos del que sea" ministro Padrino. pic.twitter.com/9AUMlpmYE0
— Fernando Fernández (@lionfernandez) December 11, 2018
No obstante, nada más lejos de la realidad a la hora de hablar con quienes de verdad saben del tema. Expertos tanto en seguridad como en el régimen venezolano, en diálogo con Kienyke.com, descartaron de lleno que realmente exista una amenaza sobre el país a raíz de estos ejercicios militares y de la llegada de estos aviones a territorio venezolano.
“El régimen venezolano siempre quizo cambiar su eje de relaciones geopolíticas. Desde 2002 decide estrechar con China y Rusia, Irak e Irán. No es la primera vez por tanto que se hacen ejercicios conjuntos entre Rusia y Venezuela. Hay un alardeo ahí, pero también hay que entender el juego geopolítico que hay. Ambas potencias (EE. UU. y Rusia) se están generando tensiones en sus áreas de influencia”, afirmó Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario.
“Maduro viajó hace unos meses a Rusia solicitando precisamente apoyo para alivianar un poco la presión internacional por la crisis política que vive el país. Pero una cosa es hacer juegos de guerra y otra formar parte de una guerra, o provocarla. Padrino intenta es protagonizar una bravuconada para hacer creer que cualquier salida militar frente al régimen chavista es inconveniente, pero nada más. Ni Rusia tiene interés de abrir un frente en América Latina con las relaciones bastante complejas con EE. UU, ni tampoco Washington. Y lo que hay es solo una acción de exhibición”, agregó.
Como señaló Rodríguez, los ejercicios y alardeos en conjunto con Rusia no son nuevos. Esto ya había había ocurrido en 2008, 2013, sin efectos reales sobre la región. Una guerra ya se hubiera dado por entonces, por lo que el mensaje de los expertos es no sobredimensionar estos gestos.
En eso concuerda Juan David Escobar, director del Centro de Pensamiento Estratégico de la Universidad Eafit: “No es tan alarmante como algunos quieren ponerlo, porque de todas maneras si uno se tuviera que preocupar porque los vecinos tienen aviones de combate, nos debimos haber preocupado desde que compraron los Sukhoi y nosotros seguimos con unos cazas viejos. Ahora porque un político se monta en un avión de eso no se debe generar una amenaza, es tonto decir que ahora sí la hay. Es obvio que cuando están en crisis internas los chavistas intentan generar distracciones”.
“No digo que no sea amenaza pero son cosas previsibles. No aumentan ninguna amenaza que ya existiera. Hay que entenderlo en esa posición, en esos alardes que hacen de fuerza y los rusos le siguen por su parte el juego a Estados Unidos: ‘Ustedes hacen ejercicios militares en el Báltico, nosotros los molestamos en el Caribe’. Pero no va más allá de eso”, concluyó.