Caso Goodyear: Es una estrategia del Gobierno para asfixiar al sector privado
Este martes el presidente de Conindustria, Juan Pablo Olalquiaga, consideró que la crisis económica, que obliga a empresas como Goodyear a cesar sus operaciones en el país, es parte de una “estrategia” del Gobierno nacional para asfixiar al sector privado.
En entrevista con César Miguel Rondón, transmitida por Circuito Éxito, destacó que el cese de operaciones de fabricante de cauchos estadounidenses Goodyear más que una sorpresa, lo que da es tristeza.
“Aquí vale preguntarse ¿quién es el que pierde? Los cauchos de Goodyear, junto con los de Pirelli que también cerró, venían a suplir necesidades a todos los venezolanos, a aquellos que tenemos carro y a los que andan en transporte público. Cuando cierran todos vamos perdiendo, esa es la gran tristeza y rabia que debemos sentir hoy todos los venezolanos”, resaltó
Y ante este panorama, no descarta el cierre de más empresas. “Vamos a hacer pública la encuesta del tercer trimestre donde te das cuenta que las pocas empresas que van quedando, 2. 500 empresas privadas industriales frente a las 12 mil 700 que existían, aunado al bajo nivel operativo, las empresas están diciendo que cada vez les quedan menos meses de oxígeno para seguir vivas (…) Sin duda esté proceso destructivo no ha parado, está en pleno curso y van a cobrar muchas empresas en los meses que tenemos por delante”.
El empresario aclaró que los trabajadores de Goodyear, sí han recibido sus prestaciones como asegura la empresa, solo se enfrentan al desempleo. “Lo que van perdiendo es su posibilidad de generar ingresos, sus posibilidades de acceder a nuevos trabajos; se unen al millón y medio de otras personas que a lo largo de estos años han quedado cesantes, como trabajadores directos o indirectos”.
Asu juicio, las empresas simplemente “se quedan sin posibilidades de poder operar. Aquí hay un proceso de arquitectura que va restringiendo la actividad económica del sector privado pero además hay una cantidad importante de desaciertos”.
Para Olalquioaga, la hiperinflación es la repuesta a todos estos desaciertos. “El control de cambio, la falta de divisas, el haberle aumentado en estos momentos impuestos a las empresas y cobrarlos semanalmente, entendiendo que esto descapitaliza y simultáneamente le subes el encaje a la banca, restringiendo la capacidad de financiamiento”.
“La combinación de altísima inflación con descapitalización y falta de acceso al financiamiento, designa un estrangulamiento muy fuerte. Hay un proceso mediante el cual se busca el cierre de la empresa privada que se magnifica ante la cantidad de desaciertos en materia de políticas públicas”, concluyó.